Ideas y mujeres
Ideológicamente, Marsillach fue desde su juventud un chico indiferente con una herencia liberal.. Pero crece, y a finales de los años cincuenta se convierte en compañero de viaje del Partido Comunista de España, aún sin pertenecer a él. Pero llega la transición y descubre que en el PC hay unas posturas extremistas y mesiánicas con las cuales no podía estar de acuerdo y una disciplina férrea que le molestaba. Es la época en la que entiende que el socialismo le permitía seguir siendo una persona de izquierdas, pero de una manera más templada, sin llegar a ningún punto de agresividad. "Eso es lo que me hace ponerme próximo a los planteamientos del partido socialista".En estos momentos se encuentra francamente mal: "No resulta agradable que personas como yo seamos mirados como colaboracionistas. ¡De qué! El PSOE ha cometido muchos errores, ha hecho muchas cosas con las que no estoy de acuerdo, pero hay una coherencia interior y yo no me voy a bajar de ese barco porque esté haciendo aguas; si el PSOE se ha equivocado, que apechugue con las consecuencias, pero yo no me voy a pasar de bando".
Amar y pelear
Conocida públicamente su vida profesional y expuesta su biografía ideológica, habla del terreno privado: "Yo me he pasado la vida amando y peleándome con las mujeres, un conflicto continuo que me ha provocado algo que me gustaba mucho, pero que no entendía". Se casó con la actriz Amparo Soler Leal, vestido de alférez de Regulares, con la actriz Tere del Río tuvo a sus hijas Cristina y Blanca; convivió con la periodista Ana Cristina Navarro; lleva casi dos décadas con la actriz Mercedes Lezcano y, entre una y otra, ha amado, con mayor o menor intensidad, a otras mujeres.
