Víctimas de piedra
Los gamberros pintarrajean y destrozan cinco conjuntos escultóricos de Alcorcón
F. J. BARROSO Cinco de los seis conjuntos escultóricos con que cuenta Alcorcón (144.850 habitantes) han sufrido desde su instalación el ataque de los gamberros. Las agresiones más frecuentes han sido la pintada y el destrozo. La primera escultura dañada se instaló en febrero de 1993 en la avenida del Alcalde José Aranda, arteria principal del municipio. La obra, que carece de título, le salió gratis al consistorio. Se colocó como adorno al terminar un aparcamiento subterráneo. Su autor es Mario Ortiz. Por ser la primera, esta obra abstracta es la que más pintadas ha recibido. En ella lucen desde entonces toda clase de símbolos y garabatos.En septiembre de 1994 se colocaron a la vez dos obras: Elogio a la ciudad, de Arcadio Blasco, y el conjunto escultórico de la Casa de la Cultura, de Carlos Armiño. Las dos obras costaron un total de 18,7 millones de pesetas. Ahora, tras un año de exposición, han sufrido varias pintadas con aerosoles.
La escultura más cara, Monumento a la música, de Manuel Mesa, ha sido la que peor parte se ha llevado. Costó 37,2 millones de pesetas en total, incluidos transporte y preparación del terreno. A los pocos días de su exhibición, varios desaprensivos rompieron las baquetas de los timbales y la batuta que empuñaba la figura del director de orquesta. Todavía no han sido repuestas. También ha sufrido numerosas pintadas. La obra Guerrero, del parque de la Paz, instalada por la Comunidad de Madrid, también ha recibido pintadas, en este caso en negro, sobre su piedra blanca. La única escultura que, de momento, se ha librado del vandalismo es Homenaje al alfarero, de Manuel Alonso Reguilón. Su difícil acceso -se encuentra dentro de la glorieta que une varias avenidas importantes del municipio, en el barrio de San José de Valderas- ha inhibido a los agresores. Instalada en marzo de este año, esta obra le costó 6,4 millones de pesetas al Ayuntamiento de Alcorcón, que ha iniciado una campaña para evitar las agresiones contra las obras de arte.
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