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La economía española sufrirá un ligero estancamiento en el segundo semestre del año

Jesús Mota

El equipo de Pedro Solbes considera que la economía española experimentará un cierto parón en el crecimiento en el segundo semestre de este año, cuyo alcance no se ha calculado, pero que podría situar el aumento del PIB en el último trimestre del año en tomo al 2,8%. Sin embargo, este parón es temporal, en opinión de los coyunturalistas de Economía, y España volverá a tasas de crecimiento del 3% o superiores en 1996. El frenazo a la economía alemana y francesa en el tercer trimestre muestran que la desaceleración económica es un fenómeno común en Europa.El análisis de la reciente coyuntura económica del Ministerio de Economía y Hacienda llega a la conclusión de que en el tercer y cuarto trimestre de este año se producirá una cierta desaceleración del crecimiento económico, aunque esta pérdida de ritmo económico es temporal.Aunque no existe una evaluación muy exacta de cual puede ser la profundidad del parón, algunos cálculos estiman que en el periodo octubre-diciembre de este año el crecimiento del PIB puede situarse algunas décimas por debajo del 3%, en torno al 2,8%.

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Alemania y Francia bajan el ritmo de crecimiento

Las fuentes consultadas por EL PAÍS precisan que, de acuerdo con las estimaciones realizadas, en el primer o segundo trimestre de 1996, la economía española retornará probablemente a tasas. de crecimiento del 3% o más. "No es posible -informaron- decir con exactitud si la recuperación del pulso de la primera parte de 1995 se retrasará más de dos trimestres, aunque lo más probable es que eso suceda a partir de marzo".

El equipo de coyuntura del Ministerio de Economía ya había previsto, a principios de este año, que a partir del tercer trimestre se daban elevadas probabilidades de una pérdida de ritmo de la economía. El síntoma principal de esta probabilidad eran precisamente algunas señales de agotamiento en las economías europeas, como Alemania o Francia.

Economía esgrime varias razones para considerar temporal la desaceleración económica anunciada. Una, evidente, es que el periodo de prosperidad de la economía, después de la recesión reciente, es muy corto. Es posible, por supuesto, considerar un escenario en el que el ciclo alcista sea breve e, inmediatamente, se entre en una fase descendente -sucedió en España, en los inicios de la década de los 80- pero es poco probable; el caso se produce además en un contexto de mala evolución de los indicadores.

Recuperación 'sana'

El argumento de más peso es que, en opinión del Gobierno y de una gran parte de los economistas españoles, la recuperación económica actual está siendo muy sana. Esto significa que el crecimiento de la economía se produce en un entorno en el que casi todas las variables evolucionan de forma muy favorable. "Hay beneficios crecientes de las empresas, no se ha disparado la demanda de consumo y, por lo tanto, se aprecia que las empresas y las familias recomponen su situación financiera anterior, es decir, reducen su endeudamiento, aumenta el ahorro y están en disposición de invertir", aseguran fuentes de Economía.Pero la clave de la durabilidad de esta recuperación radica, sobre todo, en la evolución favorable de la inflación y de los salarios. Nunca en la economía española reciente se había iniciado un periodo de crecimiento económico sostenido con tasas de inflación tan bajas en términos generales y, lo que es más importante, con expectativas ciertas de que la tendencia se mantenga en línea descendente el próximo ejercicio.

Precios al 2,6%

Efectivamente, casi nadie duda en estos momentos de que el Banco de España verá cumplido con cierta holgura el objetivo intermedio de inflación, de forma que en marzo de 1996 la tasa anual esté por debajo del 4% . Incluso ya es posible predibujar un escenario para los precios, cuyo primer acto es el IPC de noviembre.De acuerdo con las previsiones del Ministerio de Economía, es muy probable que en el mes de noviembre se registre un crecimiento de los precios del 0,2%, exactamente la misma variación que en noviembre del ano pasado, con lo cual la tasa anual de inflación se mantendría en el 4,3%. En tomo a esta cifra se cerrará la inflación anual en 1995.

Si las previsiones de inflación de los expertos para el año próximo son buenas es, en parte, porque la evolución de los precios en los últimos meses ha sido "excelente", por emplear un término en el que están de acuerdo varios servicios de estudios privados y alguno público, y en parte porque se mantiene el crecimiento moderado de los costes laborales.Es verdad que la tasa anual de inflación está en el 4,3%; pero si se atiende a periodos más cortos, la evolución es todavía mejor. El índice medio de los precios en los últimos tres meses (agosto, septiembre y octubre) en relación con los tres anteriores (junio, julio y agosto) evoluciona a un ritmo del 2,6% (desestacionalizado). Si se mantiene esta tendencia en los meses siguientes, no cabe duda que en marzo del año próximo el IPC estará varias décimas por debajo del 4%.

En cuanto a los costes laborales, se mantiene un crecimiento muy moderado, lo cual refuerza la tesis de que los factores inflacionistas para el año próximo están controlados, Y mostrarán un comportamiento a la baja. El aumento salarial medio pactado hasta octubre es del 3,6%; los nuevos convenios suben el 3,8% y, contando con las cláusulas de salvaguardia, se puede decir que la tarifa media pactada es del 3,9%.

Este es el contexto en el que un retorno rápido a la recesión resulta "poco probable", de acuerdo con las fuentes consultadas.

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