Yeltsin gana capacidad de maniobra con la nueva y ley para la Cámara alta

El presidente ruso, Borís Yeltsin, terminó ayer con una crisis constitucional en ciernes al firmar la ley sobre el Consejo de la Federación, la Cámara alta del Parlamento, que la Duma Estatal aprobó por los dos tercios de sus diputados después de que los senadores la hubieran vetado. De ahora en adelante, el Consejo de la Federación no será elegido, sino que lo formarán automáticamente dos representantes de las diferentes provincias y repúblicas que integran la Federación Rusa: los respectivos jefes de los legislativos y ejecutivos locales. La nueva ley permitirá al presidente contar con mayor capacidad de maniobra frente a sus rivales.

Independientemente de los resultados de la elecciones a la Duma (Cámara baja), está claro ahora que Yeltsin contará con un Senado más favorable y controlable que el anterior y, por tanto, tendrá más posibilidades de bloquear las leyes con las que discrepe. Y ello porque la inmensa mayoría de los gobernadores provinciales no han sido elegidos, sino nombrados por él, mientras que los jefes de las repúblicas le son, en general, leales.La situación no cambiará antes de los comicios presidenciales del próximo mes de junio, ya que la nueva ley exige que los gobernadores se. sometan a votación popular antes de diciembre de 1996 y sólo 13 de ellos lo harán en el primer semestre del año próximo. Debido a que los pronósticos electorales son favorables a la oposición, está claro que a Yeltsin no le conviene convocar elecciones en todas las provincias antes de que caduque su mandato presidencial. La nueva ley sobre el Consejo de la Federación entra en vigor el miércoles, es decir, el día en que expira el plazo para el que en 1993 fueron elegidos los senadores.

Con vistas a las elecciones generales del día 17, los sondeos del Instituto de Sociología Parlamentaria publicados ayer por el periódico Moskovski Komsomólets dan el primer lugar al Partido Comunista de Guennadi Ziugánov, con el 27% de los votos, seguido por el bloque Yábloko, del reformista Grigori Yavlinski, con el 8,2%. Entre los otros partidos que pasarían el listón del 5% necesario para obtener representación en la Duma figuran Nuestra Casa Rusia, del primer ministro Víktor Chernomirdin (7,2%); el Partido Liberal-Democrático, del ultranacionalista Vladímir Zhirinovski (6,6%); las Mujeres de Rusia (6%), y el grupo ¡Adelante Rusia!, del economista Borís Fiódorov. Pero, dado que la mayoría de los encuestados no ha decidido aún por quién votar, se hace difícil aventurar nada.

Mientras tanto, distintos líderes políticos ya han puesto sus ojos en las presidenciales de junio. Entre ellos, el ex presidente Mijaíl Gorbachov, que dice estar considerando seriamente lanzarse a la arena. "He estado viajando por Rusia durante los últimos dos años y he visitado muchas regiones. Estos viajes han despertado en mí una actitud positiva ante la posibilidad de competir por la presidencia", declaró el martes. "Lo que Rusia necesita ahora es un líder serio y una nueva política para salir de la crisis. Y creo que en este proceso mi experiencia puede ser útil".