Una prueba de litio confirma Teide 1
"Las enanas marrones existen. Oficial", aseguraba la revista, Nature en portada el 14 de septiembre pasado. Los astrónomos llevaban décadas buscando estos escurridizos objetos sin apenas brillo, mucho mayores que los planetas, aunque no lo bastante como para llegar a ser estrellas, y Teide 1 se convertía así en el primero descubierto por fin. Su masa, como máximo 60 veces mayor que la de Júpiter, está por debajo de las 0.08 masas solares consideradas frontera entre las enanas marrones y las ya estrellas.
El pasado 19 de noviembre el grupo del IAC, liderado por Rafael Rebolo, junto con otro de la Universidad de California en Berkeley (EE UU) detectó la presencia de litio en este objeto, lo que se considera la prueba definitiva. La masa se estima a partir de la luminosidad, pero cuando ésta es tan poca hay incertidumbre. "Es física de laboratorio", explica Rebolo: "Si hay fusión termonuclear, como en el caso de las estrellas, el litio se destruye; si hay litio, es una enana marrón".
Los resultados serán publicados pronto en una revista científica. "El test del litio es complejo. Nos costó ocho horas de observación en el telescopio Keck, en Hawai, y al quinto espectro lo conseguimos. Fue emocionante. Durante toda la noche otros investigadores nos mandaban mensajes electrónicos preguntando cómo íbamos", dice Rebolo, que recuerda que el siguiente turno de observación correspondía precisamente al equipo de Caltech, que anuncia ahora su enana marrón. "Nos dijeron que iban también a buscar litio".
Los datos publicados hacen pensar a este experto que "lo que han encontrado en Caltech es seguramente el objeto en que se convertirá Teide 1 cuando tenga unos 5.000 millones de años, la edad del Sol. Ahora sólo tiene 100".
