Antonio Saura crea una fundación para "defender la pintura"
El artista quiere montar en Cuenca un lugar cultural de "encuentros y choques"
El pintor Antonio Saura (Huesca, 1930) anunció ayer en Madrid que dentro de un año se abrirá en Cuenca una fundación con su nombre dedicada a "defender la pintura, la escultura y la gráfica como algo positivo y válido en este fin de siglo". Además de poder estudiar su obra, se expondrán artistas que están fuera de los museos y del "arte efimero y del academicismo de la modernidad".
El consenso político entre el PP y el PSOE de las distintas instituciones de Cuenca y la Junta de Castilla-La Mancha ha decidido a Antonio Saura a diseñar una fundación con su nombre para presentar de forma permanente una selección de su obra, en un contexto de centro cultural vinculado a la ciudad y al arte actual.La Casa Zavala, una construcción de comienzos del siglo XVIII que el arquitecto del mismo nombre dejó al Ayuntamiento junto con su colección de cuadros y muebles, ha sido otro argumento para definir la fundación, que surgió por iniciativa de un grupo de amigos de Cuenca para acoger un conjunto titulado 1994, una especie de diario con 365 obras en papel y otros tantos documentos. Las obras de rehabilitación, a cargo del Ayuntamiento (PP) comenzarán en breve y durarán unos seis meses. Varios organismos tratarán ahora de las aportaciones económicas, ya que el centro, además de presentar la obra de Saura, realizará un amplio programa cultural, con exposiciones, debates y producción de obra gráfica, libros y objetos.
"Me gusta la idea de que el visitante haga el esfuerzo de acercarse a Cuenca, en un triángulo entre Madrid y Valencia, también cerca de Aragón, y que además busque la fundación, en un lugar recoleto, en la plaza de San Nicolás, entre la plaza Mayor y el castillo", declaró ayer Antonio Saura. "La idea es mas cercana a la kunshalle europea, en una zona desatendida y fuera del centrlismo".
Saura quiere en su fundación "defender la pintura, la escuItura y la gráfíca como algo positivo y válido en esté final de siglo y su conexión con la antropología y el mal llamádo arte primitivo , no habitual en los museos españoles".
Dirigismo cultural
La idea de exposición que más se acerca es una de las que monta actualmente el Museo Nacional Reina Sofía dedicada al mito de Salomé "como un aspecto inédito del arte". Frente a otras fundaciones, se acerca a la de Tàpies, en Barcelona. "La intención no es mostrar la obra en. vida, no caer en el mausoleo. Además de mis obras, por do naciones, depósitos o adquisiciones, en el futuro irán mis archivos y mi biblioteca, para convertirse en un lugar de estudio y conocimientos de obras y de situaciones que son muy mal presentadas en los lugares oficiales". Sobre las aportaciones La idea de exposición que mas del Estado y la sociedad, Antonio Saura señala que "el Estado debe dar, los instrumentos culturales apropiados, pero su injerencia sería nefasta hasta caer en el dirigismo cultural". "También es evidente que no puede vivir: sin el apoyo de organismos culturales y políticos, y al mismo tiempo debe gozar de una independencia absoluta". Saura propone un Centro "vivo y dinámico, un lugar de encuentros y de choques".
El artista, que vuelve a pintar tras impedírselo una enfermedad y expondrá en mayo en la Marlborough de Madrid cree en el arte como "metamorfosis de las formas". "Mostrar esos vasos comunicantes que hay entre el presente y el pasado, a través de posiciones y de manifestaciones sin el dogmatismo feroz y la frialdad monstruosa que estamos cayendo en los últimos años. Las instalaciones, por ejemplo, no son museables ni coleccionables se convierten en arte oficial. Los Estados financian y muestran lo espectacular, y lo efímero, que es como el arte academicista del siglo pasado".
Babelia
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