Un 'refresca memorias'
Mucho se ha hecho desde que se realizó por primera vez, el 1 de diciembre de 1988, tras el llamamiento de la Cumbre de los Ministros de Salud del mundo entero, el Día Mundial del Sida. De todas maneras, sin resentimiento, no hay que olvidar que la comunidad internacional necesitó siete largos años desde la aparición de los primeros casos para darse cuenta que estábamos ante una pandemia de grandes consecuencias.Hoy en el mundo 20 millones de personas están infectadas, y la Organización Mundial de la Salud prevé que en el año 2000 serán 40 millones. La prevención, la solidaridad, la coordinación de esfuerzos a escala mundial pueden evitar la infección de muchos. Estos días mundiales son útiles como refresca memorias, movilización de la sociedad, repercusión de los medios de comunicación, cita impostergable para las administraciones que tienen competencias, etcétera. Si hace ocho años en España sólo había un pequeño puñado de ONG, hoy son más de cien en todas las comunidades autónomas y en todas las provincias del Estado. El VIH / sida empieza a no ser tabú; miles de personas se han convertido en agentes de salud, en agentes de la convivencia social, del apoyo a los afectados. Y 1995 es un año particularmente significativo. Hace cuatro viernes, el Consejo de Ministros decidió que todos los enfermos de sida sean considerados crónicos, es decir, tendrán mejor calidad de vida, más expectativas de vida, menos angustias económicas. Éste es un paso adelante muy importante en la normalización de la problemática sanitaria y se ha logrado no sólo por la voluntad de la ministra de Sanidad; se ha logrado porque 60 ONG antisida se movilizaron.
Está claro que si nos movilizamos avanzaremos Podemos detener la propagación y podemos integrar solidariamente a todos los afectados. Sólo depende de cada uno de todos nosotros.
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