Liberados 700 integristas al cerrar el último 'centro de seguridad' del Sáhara
La política de pacificación del presidente Liamín Zerual está ya en marcha. Cerca de 700 integristas argelinos han sido liberados al clausurarse el último centro de seguridad destinado a albergar a integristas calificados de "peligrosos". El cierre del centro de Ain Amguel, en la provincia sahariana de Tamanrasset, constituye el primer gesto concreto de reconciliación adoptado por Zerual tras su toma de posesión.
El centro de Ain Aniguel, sito a 1.200 kilómetros al Sur de Argel era el último de una serie de 11 campos de internamiento que fueron abiertos por el régimen argelíno el 9 de febrero de 1992, al decretar el estado de excepción. Los centros llegaron a al bergar a cerca de 10.000 militantes y simpatizantes islamistas que, aunque no habían cometido ningún delito, estaban considerados por las autoridades como "peligrosos" para la seguridad del Estado.Aquellas detenciones administrativas, provocaron desde el principio la protesta de las organizaciones de defensa, de los derechos humanos, por lo que paulatinamente se fueron cerrando los centros hasta quedar sólo el de Tamanrasset, en pleno desierto del Sáhara, uno de los más duros e inhóspitos. En protesta contra esta dureza, cerca de 180 internos promovieron en marzo de 1993 un motín. Como represalia, algunos. de ellos fueron trasladados a penales militares y juzgados.
Además del cierre de Ain Amguel, Zerual ha tomado otras disposiciones para impulsar la reconciliación y el diálogo en Argelia. La más ambiciosa fue planificada en un Consejo de Ministros extraordinario celebrado el martes, en el que se ultimaron los detalles de una campana nacional de propaganda para propugnar la rahma (misericordia). con la que también se intentará alentar a los integristas armados a que dejen la lucha y se acojan a las medidas de clemencia dictadas hace cerca de un año, que establecen importantes reducciones de penas para los arrepentidos.
Colaboración de las mezquitas
El Gobierno ha pedido la colaboración de toda la prensa argelina para que difunda esta campaña y ha solicitado que el tema sea abordado en las mezquitas por los imames, para facilitar así que el discurso de reconciliación y pacificación llegue hasta los puntos más alejados del país. La ofensiva pacificadora parece imparable a pesar de los últimos atentados, algunos de ellos dirigidos a puntos neurálgicos del poder,, como el que provocó la muerte del general Mohamed Butighane, amigo personal del presidente, asesina-, do a. tiros en una calle de Argel.La campana de reconciliación abierta hace algunos días por la prensa estatal, y que saltó ayer por la noche a la televisión, ha empezado ya a dar resultados según se asegura en círculos diplomáticos. El periódico El Watan anunciaba hace pocos días la rendición de 500 islamistas en di versas partes de Argelia y se ha hablado de que otro grupo no determinado de gente ha entregado sus armas en el gran Argel. A pesar de la mano tendida, el Gobierno no ceja en sus acciones armadas: fuentes policiales dieron cuenta ayer de que en el lapso de siete días han sido muertos en diversas, partes del país 21 presuntos integristas.
Mientras, los argelinos esperan que la dirección del Frente Islámico de Salvación coopere con este proceso de pacificación y que llame a los militantes de su rama militar (Ejército Islámico de Salvación) a una tregua. La medida no significará el fin de la violencia en Argelia, pero reducirá y, arrinconará a los sectores más radicales de la guerrilla integrista, especialmente los del Grupo Islámico Armado (GIA), responsables de la mayor parte de los atentados y asesinatos perpetrados en los últimos meses.
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