Salud identifica tres hígados de ganado vacuno adulterados con clenbuterol
Fueron 12 los intoxicados, pero pudieron ser muchos más, según indicó ayer Felipe Vila, director de Promoción y Prevención de la Salud. Dos familias residentes en Móstoles (199.411 habitantes) sirvieron para almorzar el pasado miércoles hígado de vacuno. No contaban con un ingrediente: clenbuterol, una sustancia prohibida que utilizan algunos ganaderos para engordar artificialmente a las reses antes de la matanza. Doce de ellos acabaron en las urgencias del hospital de Móstoles.La Consejería de Salud ha retirado 37 hígados de vacuno, sospechosos de estar contaminados, de carnicerías y casquerías de Móstoles, Navalcarnero (11.469 habitantes) y Parla (72.788). De momento, los análisis efectuados en el Centro Nacional de Alimentación de Majadahonda han demostrado que al menos tres de las vísceras retiradas del mercado estaban adulteradas con clenbuterol; dos de los hígados son los que provocaron la grave intoxicación en Móstoles, afirma Felipe Vila.
Las vísceras confiscadas provienen del mismo lote que las que causaron el brote. "Los hemos retirado como medida preventiva", explica Vila.
En esta ocasión los hígados procedían del matadero de Valmojado (Toledo). Los veterinarios de este matadero dejaron pasar a las reses contaminadas, cuyo número aún está por especificar, indican en Salud. No se conoce el nombre del ganadero que engordó las reses.
La alerta saltó el mismo miércoles en la Consejería de Salud: 12 personas habían llegado al hospital General de Móstoles presas de temblores, taquicardías y dolores de cabeza, síntomas típicos de una intoxicación por ingestión de clenbuterol. El brote también, ha afectado a' ocho personas en Toledo.
El animal tratado con clenbuterol no expulsa: la sustancia por la orina, sino que la metaboliza. El clenbuterol queda, finalmente, almacenado en el hígado. Por eso la intoxicación por ingerir esta hormona sólo podrá venir por consumir el hígado de la res.
La carne, al ser tratada con cleributerol, pesará más y los ganaderos ganarán el doble sin tener en cuenta que estafan al consumidor y atentan contra la. salud pública. El último brote de intoxicación por clenbuterol afectó en enero de 1994 a 130 personas en Madrid. En esa oca sión, las reses habían sido sacrificadas en Pozuelo de Alarcón.
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