Pujol dice que no dejará que González sea acosado como lo fue Suárez en su última etapa como presidente

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, manifestó ayer que no está dispuesto a que Felipe González sea sometido a las mismas embestidas que recibió Adolfo Suárez al final de su etapa política como presidente. Con este argumento razonó Pujol la negativa de CiU a que Felipe González comparezca ante la comisión de investigación sobre los GAL del Senado. Pujol, en su primera comparecencia ante los medios de comunicación de Madrid tras las eleciones autonómicas catalanas, no sólo estuvo complaciente con Felipe González sino también con el Partido Popular. Elogió que los populares no hayan utilizado la cuestión lingüística como arma arrojadiza durante la campaña electoral. También se refirió a este partido en términos de alternativa de gobierno al analizar el voto ascendente que ha tenido el PP en las elecciones autonómicas.Pujol quiso dejar claro en Madrid la conveniencia para su partido de seguir influyendo en la.política nacional, como lo ha hecho durante la última legislatura, ahora con la expectativa puesta en las elecciones generales de marzo. El presidente catalán ha comnñzado ya a preparar el terreno ante el mapa político que se apunta tras la primavera. Manifestó, en esta dirección, que sus votantes no sólo respaldan a CiU por su política catalana sino, por su eficacia en la política nacional.

Pujol no cree que la pérdida de mayoría absoluta de CiU en Ias elecciones catalanas le debilite en sus relaciones con el Gobierno central. Recordó cómo tras las elecciones autonómicas catalanas de 1980, aunque no dispuso de mayoría absoluta, y necesitó el respaldo de otros partidos, CiU influyó en la política nacional. Lo que, naturalmente, no desveló ayer fue en qué términos tratará de influir su partido en la política nacional tras las elecciones de marzo. "Ya se verá", dijo en clara referencia a que CiU se sitúa a la espera de lo que las urnas marquen en la primavera "No vamos a retraernos de la vida pública española. No nos conviene. La gente nos vota para que seamos eficaces", dijo una y otra vez, en un discurso preparatorio para las elecciones generales.

Pujol reiteró su convicción de que los partidos deben hacer un esfuerzo por distender la situación política, aunque reconoció que sería difícil antes de las elecciones generales de marzo. Pero insistió en que, tras las elecciones, había que retomar la bandera de la recuperación, de las normas éticas en la política, del respeto a los adversarios y del restablecimiento de algunos límites a determinadas formas de hacer política.