Mario Conde hizo circular 14 balances falsos de Banesto a lo largo de 1993

El anterior equipo gestor de Banesto, encabeza por Mario Conde, hizo circular "al menos catorce balances falsos" del ejercicio de 1992. Esta es una de las conclusiones de las alegacio nes presentadas por el Fondo de Garantía de Depósitos. (FGD) al juez que instruye el caso Banesto. El informe del FGD es contundente y demoledor con el anterior equipo gestor, al que acusa de falsedad continuada y ocultación.

EI FGD presenta, en un informe de 55 páginas en el que se incluyen cuatro anexos, un total de cinto alegaciones, en las que acusa al equipo de Conde de falsedad continuada en documento mercantil y ocultación de datos reales. También responsabiliza a Arturo Romaní, Juan Belloso y Enrique Lasarte.El Fondo, que tuvo que hacer frente a 300.000 millones por la crisis de Banesto, lo que imputa es que la entidad "falseó de forma continuada" el balance, así como el también documento mercantil que integran las. cuentas anuales de las sociedades anónimas y los datos de su situación patrimonial, faltando al principio de imagen fiel que la legalidad vigente impone en esa materia".

El informe subraya que Banesto sobrevaloraba el activo y al mismo tiempo, minoraba u ocultaba elementos del pasivo. "La suma de los activos sobrevalorados y de pasivos ocultos era de tal magnitud que la diferencia entre lo que se publicaba y lo que se hubiera debido reflejar no era sólo inexacta, sino carente de cualquier parecido con la realidad". En realidad, Banesto no valía nada, pues el agujero ocultado (503.415 millones) había consumido los recursos propios (359.922).

Los gestores de Banesto ocultaron un pasivo de entre 17.000 y 39.000 millones de pesetas en relación con los compromisos de pensiones. La cartera de valores aparecía "sobrevalorada, inveraz y groseramente", mientras que la autocartera era ocultada con operaciones de falsedad y aparcamiento (Dorna, Hachuel, AGF y Oasis).

Segun el FGD, "la trascendencia, de las mutaciones de verdad en la contabilidad y balances de Banesto realizadas por sus gestores, hoy imputados en la causa resulta evidente de dos elementos destacables: la infracción del deber de veracidad por parte de los emisores del documento y la repercusión pública de los balances falseados induciendo a error a las entidades públicas de control (Banco de España y Comisión de Valores) y a los operadores del mercado y al público en general".

El FGD destaca: la ocultación con "carácter deliberado" a la firma auditora externa, a la Inspección del Banco de España y al consejo de administración. Asimismo, subraya la ocultación de la aplicación informática de seguimiento de los créditos dudosos, resistencia a la autoridad inspectora, decisión deliberada de ocultar el crecimiento de créditos dudosos (208.884 millones en septiembre de 1993) y vencidos pendientes de cobro (212.520 millones); ocultación a J P Morgan y adopción de prácticas contables irregulares para. ocultar la falsedad del balance. Además describe operaciones intergrupo, con el grupo de Jesús Gil y pasando beneficios atípicos a típicos.

El Fondo pide que declaren Joaquín Pérez Iglesias, Rafael, Merino Mora, Julio Lage y Javier Molina, directores de área de Banesto en esa época.