Decenas de miles de estudiantes piden en Francia más dinero para la Universidad
El ministro de Educación anuncia un "plan de urgencia" para resolver los problemas
Decenas de miles de estudiantes se manifestaron ayer por las calles de Francia para exigir más dinero para las universidades, Unos 25.000 en París, más de 20.000 em Toulouse, unos SA00 en Lyón y 30.000 más distribuidos entre otras 19 ciudades expresaron el malestar de los alumnos de enseñanza superior. El ministro de Educación, François Bayrou, anunció "un plan de urgencia en las próximas horas", para "reducir las desigualdades y compensar a las facultades más pobres". En París, hubo incidentes tras la manifestación, con numerosos escaparates y coches rotos.
Estudiantes de instituto, profesores, catedráticos y asociaciones de padres se sumaron a la convocatoria de los sindicatos estudiantiles. Con un amplio movimiento de huelgas en universidades e institutos como fondo, todos salieron a la calle para gritar "Bayrou, des sous" (Bayrou, dinero) y abrir, de hecho, una fase de protestas sociales contra las restricciones presupuestarias impuestas por el Gobierno de Alain Juppé.La situación de las universidades francesas se ha degrada do durante las dos últimas décadas. El número de estudiantes se ha doblado en 15 años, hasta los 2,2 millones de la actualidad, sin que los presupuestos aumentaran al mismo ritmo y sin que el mercado de trabajo absorbiera a los recién licenciados. Como consecuencia, del desempleo, se ha disparado el número de postgraduados -más tiempo en la facultad- y, acto seguido, el de aspirantes a profesor sin plaza.
750.000 pesetas
"Nos faltan profesores porque se pudren en el paro", decía una pancarta en París. Francia invierte anualmente 86.500 millones de francos (más de dos billones de pesetas) en la enseñanza universitaria. Dividida por la cifra de alumnos, esa cantidad supone unas 750.000 pesetas, algo más de lo que se gasta en España o Italia, pero mucho menos que' en el Reino Unido, Estados Unidos, Alemania o Japón. "Los problemas no comienzan en 1995, ni en 1993, ni con los gobiernos socialistas. Son consecuencia de procesos demográficos y económicos prolongados en el tiempo", reconoció ayer, ante la Asamblea Nacional, el ministro de Educación, el centrista François Bayrou. "Hay facultades bien dotadas, y otras que se quejan con razón. Presentaré en las próximas horas un programa. de urgencia para corregir en lo posible los problemas más graves", anunció Bayrou.Las facultades más problemáticas son las de Letras. Tres carreras, las de Filosofía, Sociología y Derecho, acumulan más de 700.000 alumnos. En la mayoría parlamentaria conservadora empiezan a oírse voces, cómo la del ex ministro del Presupuesto y fiel balladurista Nicolas Sarkozy, exigiendo mecanismos estrictos de selectividad y restricciones en la capacidad de elección de carrera por parte del alumno. El ministro Bayrou se resiste, por el momento, a aplicar esas medidas.
La irritación de los estudiantes franceses ha crecido imparablemente durante las últimas semanas. Comenzó en Ruán, donde la Facultad de Ciencias se declaró en huelga el 9 de octubre para exigir al Gobierno el desembolso de partidas presupuestarias ya concedidas. Sin otra respuesta que el silencio administrativo, los mismos estudiantes ocuparon diez días después el rectorado de la universidad.
El 24 de octubre, los universitarios de Toulouse iniciaron una huelga por las mismas razones que movilizaron a los de Ruán. Siguieron Montpellier, Niza, Tolón, Metz, Orleans y otras ciudades. El 16 de noviembre se sumaron tres de las universidades parisinas, entre ellas la de Nanterre, paradigma de los problemas de la enseñanza superior. Nanterre, centro tradicionalmente contestatario, construido para alojar 5.000 estudiantes y hoy con más de 35.000, tiene que "soportar" junto a sus instalaciones "la provocación" (según un comunicado) de la presencia del Polo Leonardo da Vinci, una universidad privada cuya ocupación no llega al 25%.
Los sindicatos estudiantiles calculan que, para que todo el mundo pudiera tener asiento en las aulas, haría falta construir un mínimo de 120.000 metros cuadrados en la región parisina "y requisar todas las facultades privadas financiadas con dinero público", como la Da Vincí.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.