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HACIA LA PAZ EN LOS BALCANES

El acuerdo de Dayton, pendiente de los últimos detalles sobre el futuro mapa de Bosnia

Antonio Caño

La conferencia de paz en Bosnia entró ayer en lo que se consideran las 24 horas decisivas, con meticulosas y difíciles negociaciones sobre distribución de territorios. Los mediadores norteamericanos, encabezados por el propio secretario de Estado, Warren Christopher, intentaban que bosnios y serbios hicieran mutuamente concesiones que les dieran a los dos bandos corredores seguros para unir sus ciudades separadas. Esos pequeños, aunque importantes detalles del futuro mapa de Bosnia parecían ser los últimos pendientes de acuerdo antes de que los tres presidentes puedan firmar públicamente la paz. Portavoces de Estados Unidos seguían ayer siendo cautos sobre la posibilidad de conseguir un acuerdo entre hoy y mañana.

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"Las partes tienen muy claro que es ahora o nunca. Pero todavía existe la posibilidad de que elijan nunca", dijo un funcionario norteamericano. La negociación se vio ayer alentada sorprendentemente por la dimisión de Mohamed Sacirbey, ministro de Asuntos Exteriores bosnio. Sacirbey, que es musulmán, dijo dejar su puesto para que lo ocupe un croata, dentro del espíritu de colaboración que se le quiere imprimir a la renacida federación bosnio-croata, impulsada por EE UU."El país tiene que tener a un croata en uno de los tres puestos principales del Gobierno. El presidente no se va a ir, y el primer ministro no quiere irse. Así es que he decidido irme yo", declaró Sacirbey. Descartó que su dimisión obedezca a diferencias políticas con el primer ministro bosnio, Haris Silajdzic, a quien tradicionalmente se ha considerado más radical, y aseguró que continuará ejerciendo su cargo mientras duren las conversaciones de Dayton. En una predicción sobre el resultado de esta conferencia, Sacirbey dijo que "una mala paz es mejor que la guerra". También ayer dimitió el ministro bosnio de Justicia, Mate Tadic, pero éste sí confesó hacerlo por discrepar con las probables conclusiones que saldrán de Dayton sobre la región de Posavina, que parece pasará al final a manos serbias.

Sacrificios necesarios

Fuentes norteamericanas calificaron de "positiva" la dimisión de Sacirbey, que tiene particulares buenas relaciones con Washington. EE UU la interpretó como una prueba de que, por muchas dificultades que queden por superar, las partes están dispuestas a hacer sacrificios para evitar de nuevo la guerra.

Esos sacrificios tienen que ser mayores en el bando serbio, sobre todo porque el presidente Slobodan Milosevic tiene que convencer a los líderes serbo-bosnios, acusados por el tribunal internacional de crímenes de guerra, que, cuando menos, renuncien a futuras aspiraciones en una Bosnia pacificada.

Alguinos aspectos que ayer aún estaban sobre la mesa en la base militar de Wright-Patterson, en Ohio, son:

Un corredor bosnio.

El Gobierno bosnio quiere un espacio de tierra que una las ciudades de Sarajevo y Gorazde. Eso no sólo permitiría la libertad de movimientos de las personas de esa última ciudad, sino el acceso de suministros desde Sarajevo y el fortalecimiento del enclave musulmán ante una eventual ruptura de la paz.

Un corredor serbio.

El presidente serbio quiere ampliar el pasillo que actualmente conecta a su país con la ciudad de Banja Luka, el principal enclave serbio en Bosnia. Los musulmanes, por el contrario, quieren recuperar todo el territorio en ese área y eliminar por completo el corredor.

Sarajevo.

Los serbios quieren una ciudad dividida y administrada de forma separada por ellos mismos y el Gobierno controlado por los musulmanes. Los musulmanes pretenden un acuerdo para una capital completamente unificada y bajo exclusiva administración del Gobierno central.

Crímenes de guerra.

El Gobierno bosnio exige que los líderes serbobosnios, Radovan Karadzic y el general Ratko MIadic, sean detenidos y puestos a disposición del tribunal internacional.Las propuestas de los mediadores norteamericanos son:

Un corredor de proporciones aceptables entre Sarajevo y Gorazde.

Mantener el tamaño actual del corredor de Banja Luka.

Mantener Sarajevo como ciudad unificada administrativamente, pero con sectores diferentes para serbios y musulmanes.

Prohibir toda actividad política a Karadzic y MIadic e impedir que cualquier país les dé protección frente al Tribunal Internacional. Pero no parece que EE UU quiera ordenar a sus futuras fuerzas de paz la detención de los dos líderes serbobosnios.

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