Un general para el diálogo y la lucha

Liamín Zerual, un general venido del este del país, se convirtió ayer, a sus 54 años de edad, en el séptimo presidente de la República de la Argelia independiente, sucediéndose a sí mismo, tras cerca de dos años de mandato interino. Con este nombramiento culmina una carrera militar y política iniciada a los 16 años, cuando se unió a las filas del Ejército Nacional de Liberación y, a pesar de su corta edad, empezó a luchar contra los soldados coloniales franceses.Nacido en Batria, en julio de 1941, Zerual se formó militarmente en las academias de la Unión Sovietica y Francia, y se forjó en los cuarteles de Cherchel y de su región natal, en El Aurés.

Zerual interrumpió bruscamente: su carrera militar en diciembre de 1989, cuando era responsable del Ejército de Tierra y jefe adjunto del Alto Estado Mayor, por desavenencias con el. entonces presidente de la República, Chadli Benyedid, sobre la manera en que éste había emprendido las reformas del Ejército. Nombrado embajador en Rumania en 1990, dimitió del cargo un año después, para retirarse definitivamente de la vida pública.

La trayectoria política de Zerual se reactivó hace poco más de dos años, cuando, en julio de: 1993, fue nombrado ministro de la Defensa, y seis meses más tarde -30 de enero de 1994-, cooptado como presidente de la República por el Alto Consejo de Seguridad, que le otorgó el mando, pero no la legitimidad de las urnas.

Durante los dos años de mandato interino, Zerual ha combinado la fuerza de las armas con la persuasión y el diálogo con los partidos de la oposición, entre los que se encuentra el Frente Islámico de Salvación (FIS), ilegalizado en enero de 1992.

Zerual no pudo culminar con éxito el proceso de diálogo, pero ha logrado convocar las primeras elecciones presidenciales pluripartidistas de la historia de Argelia, aunque con notables ausencias, empezando por la del FIS, que se impuso en diciembre de 1991 en la primera vuelta de las legislativas.

Revestido y legitimado de los amplios poderes presidenciales que le otorga la Constitución, Zerual asegura que se dispone a proseguir con la doble tarea: pacificar y democratizar. Para empezar, se ha comprometido a continuar los contactos y el diálogo con las fuerzas de la oposición que rechacen la violencia, por lo que no se excluye nuevas conversaciones con los dirigentes del Frente Islámico de Salvación, Abasi Madani y Alí Belhay, quienes aún permanecen encarcelados. Pero además el nuevo presidente ha prometido continuar con la vía democratizadora, convocando, en una fecha aún no determinada, elecciones legislativas y municipales.

El nuevo presidente de la República no ha dado aún a conocer su calendario. Encerrado en su cautela y hermetismo habitual, Zerual no parece querer dar pasos en falso.