Clare Peploe une magia, amor y aventuras en su último largometraje

Debe ser la costumbre lo que hace a Clare Peploe asumir con naturalidad las preguntas en torno a su marido Bernardo Bertolucci. Ambos son directores de cine, aunque la celebridad de él esté muy por encima de la suya. "Es un genio en algunas cosas, no en todas", afirmó ayer Peploe sobre Bertolucci, del que admira sobre todo su capacidad para transformar una insignificancia en una epoyeya. Peploe estrena el viernes su Hechizo en la ruta maya, una historia de magias, amores y aventuras basada en un libro de los años cuarenta escrito por James Hadley Chase.

Fue justamente esa mezcla de géneros -thriller, comedia, romanticismo y magia- lo que más le atrajo del libro. Ambientada en los años 50 en Los Ángeles, México y Guatemala Hechizo en la ruta maya, tercer largometraje de Clare Peploe, narra la historia de una mujer, dedicada a la magia, que huye de un rico novio americano tras verle cometer un asesinato y se refugia en México, donde descubre la magia de los maya. Nacida en Tanzania, pero criada en Italia e Inglaterra, Peploe confesó ayer en Madrid que, aunque educada en la religión católica, nunca se ha considerado practicante. "Redescubrí el poder de la religión y la magia durante el rodaje del filme en GuatemaIa. Durante una misa a la que asistí un 15 de agosto en el pueblo de Chichicasterango, en el que unos indios hacían ritos mágicos al fondo de la iglesia, comprendí el poder de la magia y la fe. Fue tal la sensación que fui a comulgar, algo que no hacía desde los 16 años", señaló la directora.Aunque Hechizo en la ruta maya, protagonizada por Briget Fonda, Russel Crowe y Don Ansell, es la película con mayor presupuesto en la carrera de Peploe, no se acerca ni de lejos a las grandes superproducciones de Bertolucci. "Yo prefiero proyectos más pequeños", dice humilde Peploe, que niega que exista, competencia profesional con su marido -"él hace un tipo de cine muy distinto al mío"-. Lo que si reconoce es que ha aprendido mucho de él y le sirve de mucha ayuda. Una ayuda siempre previa al rodaje. "Un día apareció en el rodaje de Hechizo en la ruta maya y todo el mundo se puso tan nervioso que le tuve que pedir que no volviera".