Santiago muestra el arte mexicano de los últimos 50 años

Como a tantos europeos, a la alemana Erika Billeter siempre le fascinó el arte mexicano como un ejemplo de fusión entre las raíces indígenas y las tendencias estéticas contemporáneas. De esa atracción de Billeter nació la muestra Imágenes y visiones, que ha llegado al Centro Galego de Arte Contemporáneo (CGAC), en Santiago de Compostela, desde el Museo Wurth, de Kunzeslau (Alemania). La exposición reúne obras de 15 artistas mexicanos, desde Rufino Tamayo, fallecido en 1991, hasta el joven Julio Galán, que abarcan un periodo histórico de 50 años."No se trata de contar la historia del arte mexicano en el último medio siglo", precisa la comisaria Billeter, "sino de captar su espíritu, aunque sea de un modo restringido". La muestra arranca con dos artistas, Tamayo y Carlos Mérida, que comenzaron a trabajar en la época de las vanguardias, se centra en Francisco Toledo, como nexo entre las dos generaciones abarcadas por la colección, y termina con algunos ejemplos de las producciones más recientes.

Según Luz del Álamo, ministra para Asuntos Culturales de la Embajada de México en España, se trata de una de las exposiciones "más claras de lo que puede ser la plástica mexicana contemporánea". En todo caso, Del Álamo advierte que su contenido está también condicionado por la mirada ajena de quien la con cibió: "Este recorrido es una lectura hecha con un criterio y unos ojos europeos".

Sin embargo, es ese encuentro cultural el que más parece atraer a los europeos y el que inspiró directamente a Billeter. La comisaria alemana recuerda que ya los surrealistas, como André Breton, hallaron en México "la unidad primitiva entre el arte y la magia", esa capacidad de lo extraordinario para irrumpir en lo cotidiano que tan claramente se manifiesta también en la literatura americana. "México es un país en el que los recuerdos, la historia, están vivos para todo el mundo", agrega Billeter, "seguramente ahí está el contraste más fuerte para los artistas europeos del presente".