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Dimite el jefe económico del obispado barcelonés en pleno caso judicial

El consejo presbiterial del obispado barcelonés aceptó ayer la dimisión del responsable económico, Abel del Ruste. La dimisión coincide con la difusión de un informe de la policía de Barcelona que afirma que no hay pruebas que relacionen al arzobispo Ricard María Carles con la red de blanqueo investigada por los fiscales de Nápoles, que ayer enviaron al ministerio italiano de Justicia la rogatoria para interrogar, como testigo, al arzobispo y a otros dos españoles.

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El obispo auxiliar de Barcelona, Joan Carrera, negó ayer rotundamente que la dimisión del delegado de Economía del Arzobispado de Barcelona, Abel del Ruste, sea consecuencia de la implicación del Arzobispo de Barcelona, Ricard Maria Carles, en los presuntos delitos investigados en Torre Anunziata (Italia). Carrera achacó la dimisión de Del Ruste a que "llegaba el fin de cinco años en el cargo" y explicó "que ha hecho una labor excelente durante este quinquenio", y Del Ruste consideraba que "ya era el momento de pasar el relevo".El obispo auxiliar explicó que, "como mínimo, en un primer momento" el arzobispo Ricard Maria Carles intentó que Del Ruste recapacitara sobre su dimisión. Carrera justificó la postura del delegado de Economía del Arzobispado: "Del Ruste ha aducido razones personales y, además, este cargo es muy cansado y la economía de una diócesis como la de Barcelona no es precisamente coser y cantar". Y añadió: "Además, me contó que ahora quiere apuntarse a un curso de filosofía". Otras fuentes señalan que Del Ruste había presentado su dimisión antes de que estallara el caso que investiga la justicia italiana.

Carrera reconoció que el Arzobispado temió que la renuncia al cargo de Del Ruste podría relacionarse con las acusaciones que implican a Carles en una red delictiva. "Es muy fácil ligar ambos hechos, pero quien lo haga, que lo demuestre", exigió. Interrogado sobre la conveniencia de aplazar la dimisión del delegado de Economía hasta que amainase la tormenta judicial, Carrera argumentó que no hay razón alguna "para alterar la normalidad de nuestra vida y nuestro trabajo".

Del Ruste, nacido en 1929, y ex-director general adjunto de la Caixa se jubiló de la entidad financiera poco después de la fusión con Caixa de Barcelona donde trabajó desde 1946, desempeñando durante años el cargo de jefe de la asesoría jurídica. Fuertemente, vinculado al trabajo social del obispado, formó parte del Patronato de Escuelas Diocesanas y responsable de la Comisión de Economía. Fuentes próximas a Del Ruste indicaron que no existe ninguna relación entre su dimisión y el caso.

Rogatoria

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Mientras tanto, ayer los fiscales italianos enviaron su petición de rogatoria al ministerio de Justicia italiano, que después de examinarla la tramitará previsiblemente por los canales diplomáticos en los próximos días.La comisión prevé tomar declaración al arzobispo Carles y a otros españoles, entre los que al parecer se encuentran lgnacio Sala Rialp y Rocío Agostini. Estos ya han sido interrogados por la policía española. Esta actuación policial cayó mal en la fiscalía de Torre Anunziata, donde el fiscal Paolo Fortuna, el que más ha trabajado en la investigación, valoró la gestión de la policía española como una muestra clara de escasa voluntad de cooperación de las autoridades españolas en este caso.

El fiscal había explicado que la policía española no le había facilitado los datos de afiliación de Sala ni los de Agostini, motivo por el cual éstos habían sido citados en la comisión rogatoria relativa al arzobispo de Barcelona simplemente por sus nombres y como no identificados.

Ricard Maria Carles, Ignacio Salas y Rocío Agostini son presuntamente las tres personas que los fiscales italianos quieren interrogar en España en virtud de una comisión rogatoria anunciada el pasada miércoles, que ayer por la mañana fue recibida oficialmente por el Ministerio de Justicia italiano.

Según Marocco, Salas y Agostini son las personas que dijeron a Montserrat Romeu, la cual trabajaba con Marocco en la sociedad milanesa Prosystem, que el arzobispo de Barcelona estaba interesado en una supuesta operación de cambio de dinero. Marocco añade que Romeu se lo dijo a él, y que éste se lo contó a una francesa llamada Solange, con la que tenía intención de contraer matrimonio. Esta última conversación, interceptada en junio de 1994, es la pista por la que los fiscales quieren llegar hasta el arzobispo Carles. En la fiscalía se esperaba ayer poca cosa de lo que Carles pueda decir como testigo, si la justicia española aceptara la rogatoria.

La presentación de la comisión rogatoria ha sido una iniciativa personal del fiscal jefe, Alfredo Ormanni, orientada sobre todo, a poner punto final a las polémicas suscitadas por las informaciones periodísticas sobre el caso de blanqueo de dinero.

En la fiscalía, se considera, por otra parte, que el episodio en el que ha sido implicado el arzobispo es escasamente relevante para el conjunto de una investigación que ha desembocado ya en la emisión de 18 órdenes de detención, todas ellas de intermediarios en operaciones de cambio.

Estas 18 personas han sido acusadas de cambiar dinero ilegalmente, sin los controles que las leyes italianas establecen; de asociarse entre sí para realizar ese delito, y del 'blanqueo' de los beneficios de su negocio de cambio. Este último delito de blanqueo sería mucho más grave si se demostrara que las operaciones de cambio servían para lavar el producto de actos delictivos.

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