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Nueva caída del peso mexicano pese a subir 10 puntos el precio del dinero

Javier Moreno

México, sumido en la peor crisis que se recuerda en décadas, ya no reacciona ni a las teorías monetarias más clásicas. El peso mexicano sufrió ayer un nuevo desplome del 5% y marcó mínimos históricos frente al dólar, a pesar de que la tarde anterior el banco central había aumentado 10 puntos de golpe el precio oficial del dinero (hasta el 54,2%).

Los inversores demostraron así que ni siquiera rendimientos más atractivos son capaces de neutralizar su creciente desconfianza en la capacidad del Gabinete del presidente Ernesto Zedillo para sacar al país de la profunda recesión en que se encuentra. En la otra parte de la barrera, el Gobierno considera que no existe razón ni fundamento económico alguno, para la desbandada de estos días. "Se trata de ataques especulativos de algunos que sólo buscan utilidades [beneficios] a corto plazo", aseguró ayer por la tarde una alta fuente oficial. "Haremos todo lo que esté en nuestra mano [para impedirlo]". El alza de tipos del martes, explicó, es una muestra.

La preocupación de los inversores se viene reflejando en una caída del peso frente al dólar del 20% en las últimas semanas, que amenaza con hacer descarrilar el programa de recuperación del Gobierno a base de un repunte de la inflación y una recesión más acentuada. El aumento del precio del dinero, dirigido inicialmente a sostener al peso, repercute con gravedad sobre empresas y particulares con deudas, acentuando así la crisis económica y social que carcome el país.

"Lamentablemente, existe mucho nerviosismo", se asegura en medios gubernamentales. Convencido de que su estrategia tendrá éxito a medio y largo plazo, la principal inquietud del Gobierno es cómo sobrevivir los próximos meses, hasta que su estrategia de rigor y disciplina fiscal y monetaria comience a mostrar resultados. Zedillo ha hecho hasta ahora oídos sordos a amplios sectores sociales (incluidos los sindicatos y parte de los empresarios), que exigen que suavice su política económica para favorecer el crecimiento, si es necesario a expensas del peso.

La mañana de ayer fue una de las peores desde la devaluación de diciembre pasado. En el mercado interbancario, el dólar cerró a 7,85 pesos, aunque en las casas de cambio de Ciudad de México se vendía ya hasta en ocho pesos. Antes de la crisis, un dólar costaba 3,4 pesos. La Bolsa también perdió un 0,95%.

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