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INVESTIGACIÓN DE LA GUERRA SUCIA

Damborenea cuenta con que Amedo rectifique su testimonio para salir absuelto del 'caso GAL'

Miguel González

Ricardo García Damborenea, ex dirigente de los socialistas vascos y principal testigo de cargo contra Felipe González en el caso GAL, confía en salir absuelto en un futuro juicio pese a haber confesado su responsabilidad en la guerra sucia. Para eludir su reingreso en prisión, Damborenea cuenta con que el ex policía José Amedo rectifique o al menos no confirme con datos la acusación de que se planeó matar a Segundo Marey, el principal delito por el que está procesado. La confianza de Damborenea en quedar libre se basa en la actitud que a este respecto mantiene actualmente el propio Amedo.

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La acusación de que se planeó enterrar a Marey en cal viva no y está dicha de manera contundente y no sé si el día de mañana se podrá sostener", ha manifestado a EL PAÍS el abogado del ex policía, Jorge Manrique.El letrado agrega que, mientras todos los demás extremos de la confesión que hizo en diciembre pasado Amedo ante Garzón fueron confirmados por su compañero Michel Domínguez, la versión de que se proyectó matar a Marey sólo la sostuvo Amedo, por lo que tiene menos fuerza.

Pese a ello, Garzón creyó a pies juntillas el relato de Amedo y procesó a García Damborenea, a Julián Sancristóbal, ex director de la Seguridad del Estado, a Francisco Álvarez, ex jefe del mando antiterrorista, y a Miguel Planchuelo, ex jefe superior de Policía de Bilbao, por proposición para el asesinato.

Los cuatro negaron esta acusación ante el juez, y han tenido especial interés en rebatirla cada vez que se les ha brindado la oportunidad. "Quiero aclarar que en ningún momento se habló de matar a Marey ni de enterrarlo ni de meterlo en cal viva", aseguró Damborenea en la entrevista publicada el 22 de octubre por El Mundo, sin que la periodista le preguntara por ello.

Se da la circunstancia de que Amedo no ha vuelto a prestar declaración sobre este asunto después de que, en julio, sus antiguos superiores se autoinculpasen ante Garzón y asumieran, como él, el papel de acusadores.

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La clave de Lasa y Zabala

Sin embargo, las palabras de Amedo no cayeron en saco roto. Al inspector jefe Jesús García "se le encendió la bombilla cuando leyó en la prensa que el ex policía había dicho que se planeó enterrar a Marey en cal viva y relacionó este proceder con, los. restos hallados en los dos cadáveres sin identificar que desde 1985 estaban en el depósito de Alicante. A principios del mes de marzo, tras las primeras identificaciones forenses, se reabría el caso Lasa y Zabala, primer crimen de los GAL, con la colaboración quizá involuntaria de Amedo.La proposición para el asesinato no es, desde luego, el único delito del que está acusado Damborenea. Como a los demás, se le imputa la detención ilegal de Marey y la pertenencia a banda armada. Eso sí, como no era funcionario, nadie le ha acusado de malversación de fondos públicos, un delito castigado con al menos 12 años de cárcel al que se enfrentan los antiguos miembros del Ministerio del Interior.

Respecto a la acusación de detención ilegal, Damborenea también está tranquilo. Su abogado, Enrique Fernández de la Lama, sostiene, al igual que los otros letrados de la defensa, que se trata de un delito prescrito.

El artículo 113 del Código Penal fija en diez años la prescripción para los delitos castigados con penas de entre seis y. 12 años de cárcel, como la detención ilegal. La prescripción empieza a correr, según el artículo 114, desde que se cometió el delito, y se interrumpe cuando el procedimiento se dirige contra el culpable. Puesto, que Marey fue secuestrado, por error, en diciembre de 1083 y las declaraciones de Amedo Y Domínguez no se produjeron hasta diciembre de 1994, la década de prescripción estaría sobradamente cumplida, según los abogados.

La Audiencia Nacional, en los sucesivos recursos planteados por las defensas, no ha compartido esta tesis, pero el asunto, no estará zanjado hasta que el Tribunal Supremo, previsiblemente cuando concluya la instrucción del sumario, tome una decisión.

La banda armada de Interior

Damborenea tiene que enfrentarse, por último, a la acusación, de pertenencia a banda armada, que su ahogado, Fernández de la Lama, confía en desmontar, pues "no se sostiene jurídicamente. Habría que demostrar", alega, "la creación de una banda armada con una estructura permanente, unas fuentes de financiacion y unos miembros".También Manuel Murillo, defensor de Francisco Álvarez, aleja que no puede hablarse de banda armada sino, en todo caso, "de utilización indebida de la estructura del Ministerio del Interior" y recuerda que, en la sentencia que condenó a Amedo y Domínguez a 108 años de cárcel, la Audiencia Nacional rechazó el calificativo de banda armada en relación a los GAL.

Según la versión de Damborenea en la entrevista ya citada, los GAL no existen. Son el fruto de la decisión del presidente del Gobierno de "actuar contra el terrorismo en territorio francés. Para cubrir esas actuaciones y desviar la atención", explica, "se inventan unas siglas: GAL Pero no se crea un cuerpo de lucha ni un organismo especial. No. Es la misma Administración del Estado, con sus medios, con sus hombres, la que actúa".

Para Damborenea, por tanto, es impropio hablar de banda armada, como también acusarle, en su condición de fundador de los GAL, de los más de 20 asesinatos cometidos por la banda. "Aclaro", puntualiza sin ser preguntado tampoco, "que yo sólo intervine en lo de Marey".

Lo único que lamenta Damborehea es no poder "devolver a un hombre 15 días de libertad". Como en otras ocasiones, parece hablar con el Código Penal en la mano, pues su artículo 481 eleva hasta 15 años la pena por detención ilegal cuando "hubiera durado más de 15 días". En ese caso, no habría prescrito.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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