El SPD cuestiona que el marco sea sustituido por una moneda única europea

Unas declaraciones del presidente del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), Rudolf Scharping, y de su contrincante por la presidencia del partido, el presidente de Gobierno de Baja Sajonia, Gerhard Schröder, críticas con los planes para la unión monetaria europea han desencadenado una polémica que parece un anticipo de lo que está llamado a ser el gran tema de debate político en los próximos años en Alemania: la desaparición del marco alemán para integrarse en una moneda europea."Me parece un error sacrificar el marco por una idea cualquiera, que no aporta ni estabilidad económica ni estabilidad monetaria", señaló Scharping en una reunión de la presidencia del SPD, el pasado fin de semana. Schröder puso el dedo en la llaga de un asunto que inquieta en Alemania y dijo que se alegraba de que al fin, con la moneda europea, "el SPD ha encontrado un tema nacional" para la campaña electoral de 1998.

Las palabras de los dos dirigentes del SPD hicieron sonar todas las alarmas en Bonn, donde nadie las tiene todas consigo de que se consiga hacer tragar al pueblo alemán el sapo de la renuncia al marco, su más querido símbolo de identidad nacional. La reacción no tardó en producirse y al SPD le llovieron críticas de todos los sectores. Peter Hintze, secretario general de la Unión Democrática Cristiana, el partido del supereuropeísta canciller Helmut Kohl, acusó al SPD de hacer "populismo barato". Jürgen Trittin, dirigente del partido ecopacifista Los Verdes, potencial aliado del SPD en una coalición rojiverde, advirtió a los socialdemócratas contra el riesgo de "querer adelantar por la derecha al canciler Helmut Kohl".

La polémica es sólo un ligero anticipo de lo que puede ser la campaña electoral en Alemania en 1998, que llegará en vísperas de la fecha prevista para la entrada en funcionamiento de la moneda europea y cuando los alemanes se vean ante la posibilidad palpable de perder el marco como referencia monetaria, que ellos asocian con rigor, disciplina y estabilidad política y económica.