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El Parlamento acuerda que el Tribunal de Cuentas fiscalice la contabilidad del Partido Popular en Baleares

El Parlamento acordó ayer por unanimidad pedir al Tribunal de Cuentas una fiscalización especial sobre la contabilidad del Partido Popular en Baleares y los datos de la sede nacional del partido relacionados con el PP balear y referidos a los periodos 1986-1989 y 1991-1992. El acuerdo fue tomado con los votos a favor del propio Grupo Popular en la Comisión Mixta Congreso-Senado para las relaciones con el Tribunal de Cuentas. Pero el portavoz de los populares, Diego Jordano, no desaprovechó la oportunidad de reprochar a Izquierda Unida, promotora de la propuesta de fiscalización, su intento de presentarse ante la opinión pública como la única fuerza "que ha pasado por el cristal sin mancharlo y que se mantiene en estado de gracia en lo que se refiere a dinero público".Jordano recordó que en 1989 el informe de fiscalización anual del tribunal constataba que la contabilidad presentada por IU no incluía la de sus sedes provinciales, por lo que no podía establecerse el, balance definitivo y contrastado de sus gastos e ingresos en ese año.

José Luis Centella, portavoz de IU-IC, respaldó su propuesta en la aparición de ingresos en cuentas bancarias que manejaba el ex presidente regional del PP balear Gabriel Cañellas, y que, al parecer, no están reflejadas en la contabilidad interna del PP. Asimismo, aludió a la posible implicación de José Antonio Berastain, ex secretario general de los populares en Baleares, con comisiones presuntamente pagadas por la empresa inicialmente adjudicataria de la construcción del túnel de Sóller.

Las irregularidades en relación con este asunto -es decir, el de una presunta financiación irregular del PP en Baleares- llevaron a José María Aznar, el pasado julio, a pedir a Gabriel Cañellas su dimisión como presidente de la comunidad autónoma y de la organización regional de su partido. Una renuncia que Cañellas aceptó de mala gana, y después de que una investigación interna del PP proclamara a los cuatro vientos que no había indicios de responsabilidad penal en su comportamiento. Pero la comprobación de si ha incurrido o no en tales responsabilidades está siendo investigada por los tribunales.

"Actitud hipócrita"

El portavoz del PSOE en la comisión parlamentaria relacionada con el Tribunal de Cuentas, Fernando Gimeno, reprochó al PP la "actitud hipócrita" de "enredar a los demás partidos" para justificar sus propios comportamientos. Porque el Grupo Popular había pedido que fuera fiscalizada no sólo la contabilidad del PP de Baleares, sino también la de los restantes grupos políticos representados en el Parlamento de esa comunidad autónoma. Una solicitud que fue rechazada.Gimeno recordó que el ex tesorero del PP Rosendo Naseiro declaró en la comisión de investigación sobre la financiación de los partidos que él se hacía responsable de las cuentas de la sede nacional del PP, pero no de las de sus organizaciones provinciales.

Cañellas indicó ayer las cuentas bancarias citadas por IU como sospechosas, en las que mantenía firma Naseiro, tenían el carácter de benéficas, fueron temporales y que en ellas se5recaudaron menos de 200.000 pesetas. En el mismo sentido, el PP regional aseguró que las cuentas fueron abiertas y liquidadas con el único fin de recaudar fondos para los damnificados por unas lluvias torrenciales registradas en Mallorca en septiembre de 1989.

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