"Una economía dependiente tardaría años en volver al TLC"

Roy MacLaren, ministro canadiense de Comercio Internacional, comparte la visión catastrófica del primer ministro Jean Chrétien sobre las posibilidades de Quebec, que representa un quinto del producto interior bruto (PIB) de Canadá, de sobrevivir como economía independiente. MacLaren augura tiempos difíciles a los quebequeses si optan por la separación, pues ésta supondría su salida inmediata del Tratado de Libre Comercio (TLC), el mercado común que forman Estados Unidos, Canadá y México. La exportación de energía eléctrica, coches, equipos de telefonía, servicios de alta tecnología, etcétera, que suponen la base de la producción de Quebec, caería tan rápidamente como subirían los aranceles (recargo en la aduana) de los que seguirían siendo los tres principales socios comerciales del nuevo Estado.MacLaren, que visitó la semana pasada Madrid, tiene claro que el coste económico de la independencia sería insoportable y critica los intentos de Gobierno de Quebec de restarle importancia. "Dicen que un Quebec independiente tendría acceso inmediato al TLC y, sin embargo, es totalmente inconcebible participar en este tratado sin ser antes miembro de la Organización Mundial del Comercio". Ese trámite puede llevarles varios años, asegura el ministro, pues su solicitud de ingreso "iría detrás de la de Rusia o China y varios países"

A MacLaren, que visitó Madrid para impulsar las relaciones transatlánticas, no parece preocuparle que Canadá haya quedado fuera de la Declaración Transatlántica que Bill Clinton y Felipe González ratificarán en diciembre. "Por supuesto que queremos que la relación transatlántica sea trilateral y no bilateral", dice, "pero algunas de nuestras iniciativas están incluidas en la declaración, así que el hecho de estar en el acuerdo es secundario. Lo importante es que e Bruselas hay unaniminad de que Canadá debe participar e las negociaciones".