Los comunistas italianos dan un apoyo decisivo a Dini para que siga al frente del Gobierno

El Partido de la Refundación Comunista (PRC), vástago recalcitrante del desaparecido Partido Comunista Italiano (PCI), permitió ayer la supervivencia del Gobierno de Lamberto Dini, al hacer salir a sus 24 diputados de la Cámara en que se votaba una moción de censura promovida por el ex primer ministro Silvio Berlusconi, y a la que el PRC había garantizado su apoyo. Los comunistas explicaron su cambio de idea porque Dini prometió que dimitirá tras la aprobación de los presupuestos generales del Estado y, en todo caso, antes de fin del presente año. Sin embargo, ahora es más difícil que los presupuestos se aprueben y no es tampoco seguro que Lamberto Dini deje de ser primer ministro.

La sorprendente solución a la crisis desatada por la moción de censura del ministro de Justicia, Filippo Mancuso, es típicamente italiana y recuerda formalmente a los Gobiernos de mediados de los años setenta, como el dirigido por Giulio Andreotti, tras la muerte de Aldo Moro, cuando los democristianos gobernaban con la abstención de los comunistas, a quienes Moro quería hacer entrar en el Gobierno.Pero la experiencia iniciada ayer en un Parlamento tenso y resignado, donde Dini se mantuvo con 310 votos frente a 291, parece de menor alcance. Entre Dini y Fausto Bertinotti, líder del PRC, cabe, en efecto, poco margen de diálogo. El PRC rechaza totalmente los presupuestos generales para 1996 elaborados por Dini; Bertinotti dijo que su partido no los votará de ningún modo, y, sin embargo, la razón principal por la que Dini pidió que fuera rechazada la moción de censura era, precisamente, que los presupuestos son tan urgentes que no pueden esperar a que se resuelva una crisis de Gobierno.

Las dificultades adicionales que el voto de ayer representa para lograr esa aprobación fueron claramente enunciadas por Grianfranco Fini, líder de Alianza Nacional (AN), al exponer los motivos por los que su partido votaba la censura al Gobierno. El centro derecha, dijo Fini, estima que el Gobierno de Dini se ha vuelto plenamente político al ha ber aglutinado unas fuerzas de izquierda que le permiten evitar la censura pero no aprobar los presupuestos. Ahora bien, añadió, un Gobierno político responde de la mayoría parlamentaria que le sostiene y el centro derecha no podrá ya facilitarle las cosas, ni siquiera en atención a una supuesta razón de Estado, como si fuera un Gobierno técnico.

"Hoy se ha confirmado que el Gobierno de Dini se apoya en una mayoría política. Por consiguiente, los diputados del Polo [centroderecha] dan vida democráticamente a una oposición política. Ello significa, entre otras cosas, que el Gobierno ha asumido la responsabilidad de hacer aprobar la ley de presupuestos con la fuerza de su mayoría, y creo que, en esa ocasión, Refundación Comunista no podrá ayudarle", dijo Fini.

Cómo se resolverá el problema presupuestario no fue aclarado por Dini, ni mucho menos por los representantes del PRC, que el pasado martes dijeron que votarían la censura "porque el Gobierno es un desastre", y ayer anunciaron que se retiraban del voto, porque habían conseguido que Dini prometiera dimitir. El primer ministro había reiterado en el pasado que dimitiría tras la aprobación de los presupuestos, aunque nunca había mencionado explícitamente la fecha límite del 31 de diciembre, en que, por ley, deben estar resueltas las cuentas del próximo año.

Dado que Dini se había esforzado la víspera por convencer al centro derecha de que retirara la moción de censura, ofreciendo a cambio un compromiso sobre la fecha de las próximas elecciones, resultó inesperada ayer la irrupción de Bertinotti, cuando se alzó, tras concluir el discurso de réplica del primer ministro, para pedirle que precisara si había dicho que dimitiría a finales de año. La escena tuvo mucho de comedia italiana, ya que el líder del PRC había entrado sobre las 12.00 horas en el despacho de Dini, y fue probablemente el último diputado que le vio antes de que iniciara su discurso de réplica al Parlamento.

Una explicación

Tocó a Armando Cossuta intentar explicar la abstención del PRC, misión casi imposible, ya que, hace 48 horas, su partido había justificado el apoyo a la censura como un gesto de coherencia indiscutible. Dijo que "Dini merecía la censura, su discurso de hoy ha sido pésimo" y en ningún momento razonó por qué es más probable que se adelanten las elecciones, como quiere su partido, si Dini dimite en diciembre que si era censurado ayer.El rechazo de la censura prolonga la vida del Gabinete hasta finales de año. El presidente de la República, Oscar Luigi Scalfaro, deberá sondear entonces los humores del Parlamento y, como dijo ayer indignado, Giuliano Urbani, asesor político de Berlusconi, ¿cómo se va a cesar cesa al primer ministro el día en que Italia asuma la presidencia de la Unión Europea, el próximo 1 de enero? El mismo Berlusconi habla de elecciones en marzo, lo que seguramente permitiría a Dini mantenerse al menos en funciones durante todo el semestre comunitario.

Por ello, el cambio del PRC hay que explicarlo más bien por el miedo al aislamiento: el centro izquierda, había anunciado la ruptura del pacto electoral con el PRC tras al apoyo de éste a la moción de Berlusconi. Ahora, todo puede comenzar de nuevo.