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HACIA LA PAZ EN LOS BALCANES

"Usted no debe ser neutral"

Sarajevo contempla con amargura el 50º aniversario de la ONU

, ENVIADO ESPECIALSarajevo, la ciudad del planeta que cuenta con más cascos azules por metro cuadrado, no se siente con ánimo para celebrar alegremente el 50º aniversario de la ONU. Al contrario, la mayoría de los comentarios de los habitantes de la capital bosnia destilan amargura al mencionar el acontecimiento que decenas de líderes festejan en Nueva York. Quizá la clave esté en lo que le dijo hace casi tres años un vecino de la ciudad a José María Mendiluce, responsable entonces del Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR): "Usted no debe ser neutral, usted debe ser justo". Mendiluce, según cuenta él mismo, aprendió en Bosnia que una supuesta neutralidad que no señala con su nombre propio a los agresores y a los agredidos es, en realidad, complicidad con el crimen.. Los sufrimientos de los civiles musulmanes y croatas de Bosnia no eran una consecuencia de la guerra, sino el objetivo principal de los que la habían desencadenado los ultranacionalistas serbios de Radovan Karadzic y Ratko Miadic. Querían limpiar étnicamente el territorio que iban conquistando.

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Todos los días, a las once de la mañana, los portavoces de las Naciones Unidas en Sarajevo celebran una conferencia de prensa en el antiguo edificio bosnio de Correos yTelecomunicaciones. Desde hace dos semanas, el teniente coronel británico Chris Vernon, adorado por las reporteras por su parecido con, Tom Cruise, dice, más o menos lo mismo: "El alto el fue go se mantiene en toda Bosnia con excepción de incidentes aislados". A las gentes de Sarajevo no les disgusta este mensaje, lo que pasa es que no pueden olvidar que no ha sido la ONU la partera.de esta tregua, sino di rectamente la prisidencia de Estados Unidos.

"Bosnia ha probado el total fracaso de la ONU", escribía Zoran Pirolic en el comentario editorial del diario Oslobodjenje el pasado lunes. "Al igualar al criminal y la víctima", añadía, "la ONU ha. animado al agresor a emplearse a fondo y ha privado al agredido de cualquier esperanza en la existencia de un orden justo". Los cascos azules de Unprofor, recordaba Pirolic, "han sido testigos pasivos y mudos de ininumerables crímenes". Entre otros, citaba el caso de la conquista serbia de Srebrenica del pasado julio. Imágenes difundidas universalmente mostraron al responsable holandés de los cascos azules en la ciudad, el coronel Ton Karremans, brindando con champaña con el vencedor, el gener al MIadic. En ese mismo momento, los serbios expulsaban de la ciudad a los ancianos y a los niños, violaban a las mujeres y secuestraban o fusilaban a los varones.

"La celebración del 50º aniversario de la ONU debería tener lugar en Sarajevo, que es la ciudad más capacitada para juzgar su acción", dice el profesor de Ciencias Políticas Cazim Sadikovic, uno de los participantes en la conferencia que ayer se inauguró en Sarajevo con el título La comunidad internacional y la agresión contra Bosnia. "La ONU ha fracasado en Bosnia al no querer desempeñar el papel de policía mundial", según Sadikovic.

Uno de los participantes en la conferencia es Tadeusz Mazowiecki, que dimitió el pasado verano como comisario de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en la antigua Yugoslavia púa denunciar el silencio cómplice de, la organización internacional ante las sangrientas conquistas serbias de Srebrenica y Zepa.

Estos días prepara sus maletas en un hotel de Zagreb Yasushi Akashi, el símbolo viviente de la insensibilidad de la que7 se acusa a la ONU en Bosnia y fuera de Bosnia. La noticia de la dimisión, a comienzos de este. mes, de Akashi como representante de la ONU para la antigua Yugoslavia produjo alivio en Washington, donde se le tenía, por incompetente, y aplausos en Sarajevo, donde era considerado un gran amigo de los ultranacionalistas serbios. De Akashi quedarán su oposición sistemática a las acciones aéreas de la OTAN, su sonrisa permanente al visitar el devastado Sarajevo y su zalamera actitud delante de Karadzic.

Y, sin embargo, Unprofor tiene en Bosnia más de 30.000 soldados, que le cuestan a la comunidad internacional unos 77 millones de dólares mensuales (unos 9.400 millones de pesetas). Al precio de la sangre derramada de muchos de ellos, los cascos azules han aliviado los sufrimientos de los civiles bosnios y han hecho posible la precaria supervivencia de Sarajevo y otras ciudades bosnias sitiadas. Todavía siguen pagando ese precio.

El pasado domingo, dos cascos azules británicos resultaron heridos al pisar una mina antipersonal en el suroeste de Bosnia. Pero, como dice el profesor Sadikovic, "la población bosnia no esperaba mantas y aspirinas de los soldados profesionales enviados por la comunidad internacional". Así que los habitantes de Sarajevo están deseando ver desembarcar a las tropas norteamericanas enviadas por Bill Clinton.

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