Villapalos busca mecenas para fijar en Madrid Ia muestra del tesoro del galeón 'San Diego'

El tesoro del San Diego, el galeón español que naufragó hace 395 años con sus cañones acuñados por Felipe II junto a las islas Filipinas, está a punto de recalar definitivamente en Madrid. Las 5.262 piezas y objetos rescatados entre 1992 y 1993 por el arqueólogo marino e hispanista francés Frank Goddio, muchas de ellas únicas de la época, interesan a varios museos internacionales y están valoradas por una sociedad británica en 1.800 millones de pesetas. Goddio visitó el pasado miércoles en su despacho al presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, para ofrecerle que se establezcan permanentemente en Madrid por 700 millones. El consejero de Educación, Gustavo Villapalos, busca los mecenas.

La condesa de Montarco sirvió de embajadora del buscador de tesoros y multimillonario francés ante Ruiz-Gallardón. Goddio es el más prestigioso de los actuales arqueólogos marinos. Ha reflotado ya de las profundidades una decena de barcos. En la inauguración de la exposición del tesoro del San Diego en la Fundación del Central Hispano, el pasado 29 de mayo, Goddio se comprometió con la reina Sofía a buscar la manera de fijar la muestra en Madrid cuando concluyese su periplo internacional. Pero hay otros pretendientes. El Metropolitan de Nueva York le ha tentado con 1.300 millones sólo por las especialísimas porcelanas chinas del periodo Wanli de la dinastía Ming (1573-1619).La exposición El San Diego, un tesoro bajo el mar se clausuró en Madrid el pasado 12 de octubre y ahora debía partir hacia Filadelfia y Osaka antes de acabar su recorrido en Atlanta, como la única actividad cultural prevista durante los próximos Juegos Olímpicos.

El interés de la Comunidad por quedarse con esos valiosos objetos podría modificar estos planes. Goddio concedió un plazo de 10 días a Villapalos para sumar los 700 millones en que ha tasado al mínimo este, tesoro. El consejero ha tirado de agenda y ha llamado a los responsables de Endesa, Cepsa, Cajamadrid y la multinacional francesa Elf, entre otros, para que colaboren. Ha conseguido algunas respuestas positivas. Si logra el objetivo, la exposición haría un alto en su trayectoria para regresar a Filipinas, donde el Museo Nacional tiene derecho. a seleccionar piezas por valor del 30% del total. La exposición se repartiría en Madrid entre el Museo Naval y el antiguo Museo de Arte Contemporáneo.