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INVESTIGACIÓN DE LA GUERRA SUCIA

Vera mantiene sus negativas frente a Sancristóbal y Álvarez

El ex secretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera mantuvo ayer en el Tribunal Supremo tensos y desagradables careos con sus antiguos colaboradores Julián Sancristóbal y Francisco Álvarez, que tuvieron responsabilidades en la lucha antiterrorista, sobre las contradicciones existentes en sus declaraciones en el caso GAL. Vera mantuvo sus negativas frente a las acusaciones de sus ex subordinados, quienes afirman que Vera entregó un millón de francos para que secuestrasen a Segundo Marey y les advirtió posteriormente del error de la identidad del secuestrado.

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En el primero de los careos, entre Vera y Sancristóbal, el instructor, Eduardo Móner, hizo constar que el primero se había mostrado más sereno, mientras que el segundo había sido más vehemente. En el careo entre Vera y Álvarez el magistrado constató que ambos careados habían tenido igual firmeza.Los careos, al decir de los abogados que estuvieron presentes, no sirvieron para nada. Sin embargo, fuentes jurídicas insistieron en que Móner quería escuchar con sus propios oídos y ver con sus propios ojos cómo mantenía cada uno de los inculpados sus respectivas posturas.

Sancristóbal afirmó ante el juez y después ante los medios informativos que esperaban en los pasillos del Supremo: "En mi opinión, los compromisos políticos le han obligado a Vera a contar los hechos no como sucedieron, callando la verdad".

Vera no resistió. semejante afrenta. También ante el juez, y los periodistas contestó: "Yo no me he caracterizado en mis años al frente de la Seguridad del Estado por mantener posiciones partidistas, incluso he sido criticado por mi propio partido, mi propio grupo parlamentario y el Gobierno por mantener una postura demasiado neutral en la lucha antiterrorista, porque estaba convencido de que la lucha antiterrorista necesitaba el consenso de todas las fuerzas políticas democráticas. Que me vengan ahora diciendo que tengo compromisos políticos me produce todavía más pena. Tengo que rechazar que eso sea así, y demuestra que el señor Sancristóbal mantiene una postura tendenciosa".

El ex secretario de Estado mantuvo que no pudo pagar el millón de francos con que supuestamente se financió el secuestro de Marey, como afirma Sancristóbal, porque no hubo tal movimiento en la cuenta del Banco de España que él manejaba. "Yo sólo utilizaba esa cuenta", precisó Vera, "y en aquellas fechas no hay ninguna salida de divisas. Si no ha salido del Banco de España difícilmente se ha podido entregar a nadie el dinero".

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"Rifas en el Gobierno Civil"

Sancristóbal mantiene que el millón de francos, procedente de los fondos reservados le fue entregado por Vera en un maletín en su despacho oficial. El ex alto cargo afirmó: "Me entregaron el maletín sin ningún género de dudas, porque creo que la otra alternativa es que yo hubiera organizado rifas en el Gobierno Civil, pero eso no es posible, no ha sucedido, y además, [Vera] llamó por teléfono, personalmente él, para comunicar que se había producido un error, que la persona que habían traído no era Lujúa Gorostiola, destacado miembro de la dirección de ETA militar, sino Segundo Marey".

"Desde luego", apuntilló Sancristóbal, "no es que se produjesen accidentalmente esos dos detalles, sino que fue algo que previamente habíamos discutido, que previamente habíamos elaborado de forma conjunta y que por supuesto contaba con la aquiescencia, apoyo y la decisión última de quien correspondía tomarla, que no era yo".

Vera, sin embargo, mantuvo que no llamó a nadie. "La única llamada que existe", insistió el ex secretario de Estado, "es evidente que es la que yo le puedo hacer como consecuencia de la que a mí me hace en su momento el señor Cathalá [comisario francés que llevaba en aquella época la lucha anti-ETA en Francia] y luego he recordado que también me llamó otra persona, que luego ha fallecido, que era el comisario Irazábal, de los Reinsegnements Generaux [policía judicial francesa] y que era enlace con España.

Álvarez detalló que fue él, quien descolgó el auricular cuan do llamó Vera para informar del error en el secuestrado. Álvarez afirmó haber oído a Vera decir, antes de pasar el teléfono a San cristóbal: "Oye Paco, soy Vera. Parece que ha habido un error en el secuestro". El comisario afirma que se quedó mudo por la noticia. Vera concluyó diciendo que se trata de un cúmulo de miserias y de actitudes y situaciones desagradables que afectan a todos: "A mí, al Gobierno, a las instituciones y a todos los ciudadanos, porque es un poco deprimente este espectáculo". Sancristóbal dijo, en cambio, que se ha producido un enorme fenómeno de subversión valorativa, porque parece que Lujúa era una monjita de la caridad, y Lasa y Zabala pertenecían a una cofradía o algo así.

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