_
_
_
_

La CDU alemana ratifica en su congreso el liderazgo indiscutible de Kohl

El canciller federal alemán, el democristiano Helmut Kohl (CDU), puede a sus 65 años darse el lujo de contemplar tranquilo el futuro y decidir si se anima o no a batir todas las marcas de permanencia en el poder en Alemania. Nadie, ni en su partido ni en la hermana Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), hace la menor sombra a Kohl. Por añadidura, los dirigentes de la oposición socialdemócrata (SPD) están más ocupados en destrozarse entre ellos que en constituir una alternativa seria de poder.

El congreso de la CDU en Karlsruhe acabó el miércoles con un fracaso de Kohl, quien no consiguió la mayoría necesaria para cambiar los estatutos e introducir una tímida cuota de tan sólo un tercio de mujeres en los cargos directivos y listas electorales del partido. Faltaron cinco votos para la mayoría absoluta necesaria de los delegados. Kohl ocultaba a duras penas su enfado, cuando anunció que en el congreso del año que viene volverá a plantear el tema. Con su pragmatismo habitual, Kohl no tuvo el menor empacho en reconocer que él mismo se había equivocado, cuando 10 años atrás se opuso a la introducción de una cuota de mujeres en la CDU.El canciller es consciente de la perdida de votos femeninos en la CDU y los estrategas del partido pensaron dar un toque feminista con la introducción de la cuota, pero la cuenta no salió.

Este tropiezo apenas puede considerarse como un ligero contratiempo en el paseo con que. Kohl lleva el Gobierno de Alemania y la presidencia de la CDU un año después de su exiguo triunfo electoral. Su escasa mayoría en el Parlamento Federal (Bundestag) no le ha impedido gobernar con comodidad.

El canciller se ha convertido en una figura política casi indiscutida, hasta extremos que algunos en la misma CDU consideran peligrosos para el futuro. "El programa de la CDU se reduce a dos puntos: Elmut y Kohl", se comenta en tono irónico. Muchos se preguntan qué le ocurriría al desafortunado presidente del SPD, Rudolf Scharping, si pronunciase un discurso plagado de trivialidades como las que Kohl acostumbra a soltar en su intervenciones. Kohl se puede permitir eso y mucho más.

Este liderazgo indiscutido plantea ya la pregunta de cuándo llegará el momento de rectificar la declaración realizada por Kohl, poco antes de las elecciones del año pasado, de que sería su última campaña electoral a la cancillería. En la CDU y entre los hermanos bávaros de la CSU crecen las voces de quienes piden que Kohl siga más, allá de 1998. Por este camino, Kohl, que ya ha batido la marca de permanencia en el poder de Adolfo Hitler y batirá en esta legislatura la del legendario fundador de la CDU Konrad Adenauer, podría animarse a seguir en el cargo y superar incluso al mismísimo canciller de hierro Otto von Bismarck y" sentarse unos años en la nueva cancillería en Berlín. Para conseguir esto, no parece que vaya a faltarle a Kohl (CDU) la colaboración del primer partido de oposición. El SPD se dispone a sufrir un fuerte varapalo electoral el domingo en las elecciones de Berlín. En noviembre, en el congreso del SPD en Mannheim, puede correr la sangre y nada parece indicar que Scharping pueda agarrar con fuerza. el timón de un barco en el que cada uno hace la guerra por su cuenta y ninguno parece saber a dónde va el viaje.

En el congreso democristiano de Karlsruhe, celebrado bajo el lema En camino hacia el siglo XXI, el tema europeo ocupó un' lugar central de los debates. Kohl advirtió que los criterios de estabilidad fijados por el Tratado de Maastricht son e y dijo: "La estabilidad del dinero no es para nosotros alemanes un asunto sin importancia. Sabemos por amarga experiencia histórica con qué rapidez la inflación destruye la confianza en la fiabilidad de las instituciones políticas y puede convertirse así en un peligro para la democracia".

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_