Sadam recibe un 100% de 'síes' en la consulta organizada para mantenerse en el poder

ENVIADO ESPECIAL El 99,95% de los iraquíes votó ayer por Sadam Husein, según anunció por televisión el vicepresidente Izmat Ibrahim tras el escrutinio M primer millón de sufragios. Aunque todo el mundo sabía desde hace tiempo cuál iba a ser el resultado del referéndum celebrado ayer en Irak, el espiritualista indio Ramiesh Paramahamsa estaba entre los pocos invitados extranjeros que hizo un pronóstico verdaderamente categórico basado en una revelación: "Ganará Sadam Husein". Pero no había que ser parapsicólogo ni adivino para pronosticar el resultado de la consulta que permitirá a Sadam seguir en el poder por lo menos hasta el año 2002.

Siendo candidato único en un país bajo su absoluto poder desde 1979, el presidente sólo podía esperar un avasallador triunfo tras la votación de unos siete millones y medio de iraquíes que acudieron a depositar sus papeletas con el sí en unas 1.660 urnas distribuidas por todo el país menos en las tres provincias kurdas del norte. Y, naturalmente, un avasallador triunfo fue lo que obtuvo."Los enemigos de Irak impugnarán este resultado por que esta enorme verdad parace imposible. Pero vosotros lo habéis visto con vuestros propios ojos", clamó el vicepresidente Ibrahim en su alocución televisiva.

La única incógnita era cuándo aparecería Sadam por la televisión para anunciar el inicio de la "era democrática" en Irak, que promete introducir "importantes cambios políticos", incluyendo un innovador sistema multipartidista. Pero el anuncio televisivo del 100% de síes bastó para que los iraquíes salieran a la calle para disparar al aire sus fusiles.

La velocidad y calado de semejante transformación está por ver, pero lo cierto es que Sadam ya ha comenzado a dar señales de cambio, si es que hay que creer al controvertido dirigente ultranacionalista ruso VIadímir Zhirinovski. Éste apareció por televisión vestido de beduino para asegurar que el referéndum del abrumador sí en Irak es una muestra de "ejercicio democrático que no existe en otros países".

Al igual que el perceptivo doctor Paramahamsa, Zhirinovski forma parte del heterogéneo cuerpo de invitados extranjeros, junto con Jany Le Pen, la esposa del furibundo líder ultraderechista francés Jean-Marie Le Pen, y un pintoresco grupo de miembros de comités de solidaridad, artistas, religiosos y hasta un príncipe belga que viaja con su halcón y su fotógrafo.

Zhirinovski era, al menos hasta anoche, el único invitado extranjero que había visto a Sadam Husein. "Lo he encontrado en muy buena forma, más filosófico, más relajado y sin ningún ánimo de revancha contra EE UU", declaró el dirigente ruso a EL PAÍS. "Yo hablé durante cuatro horas; él, durante una", dijo. "Todo en tomo a una magnífica cena de pescado y cervezas en uno de los palacios secretos que los estadounidenses jamás descubrieron", concluyó eufórico el ultranacionalista ruso. Como tantos otros observadores e invitados extranjeros, centenares de periodistas pudieron comprobar que el referéndum se celebró en un ambiente de entusiasmo inducido.

Al ritmo de canciones con el estribillo de "sí, sí, sí a Sadam Husein", los iraquíes marcaron disciplinadamente sus papeletas bajo la atenta mirada de funcionarios de los colegios electorales. Muchos prefirieron hacerlo abiertamente para dar así fe pública de su admiración y apoyo al presidente.

En la ciudad sagrada de Kerbala, escenario de la sangrienta represión del alzamiento de los opositores shiíes contra el régimen de Bagdad, si todavía existe resentimiento, éste no resulta visible. "Todos aquí amamos a Sadam Husein. Los problemas de 1991 fueron obra de saboteadores iraníes. El Gobierno tuvo que defenderse", afirmaba el gobernador provincial, Abdel Halek Abdel-Aziz. Curiosamente, esa defensa (en la que perecieron más de 2.000 iraquíes) estuvo a cargo nada menos que del implacable general Husein Kamel, el yerno de Sadam que desertó a Jordania en agosto.

"Hay que dejar atrás el pasado para reconstruir nuestra nación y demostrar el fracaso de la conspiración norteamericana", dijo un profesor de aritmética que, después de votar, acudió a orar a la gran mezquita donde está el mausoleo del imam Husein.