Confusión sobre las víctimas del terremoto de México

JUAN MIGUEL MUÑOZ, La confusión reina en la costa del Pacífico mexicano 30 horas después del terremoto de 7,5 grados en la escala de Richter que el lunes sacudió los Estados de Colima y Jalisco. Al desconcierto de la población se une el desacuerdo entre las autoridades y los organismos de protección civil de ambos estados sobre el número de víctimas.

Las cifras oficiales daban más de 60 muertos, centenares de he ridos y miles de damnificados a última hora de la noche del lunes. El hundimiento total en Manzanillo del hotel Costa Real y de la prisión de Santiago, a 25 kilómetros de esta ciudad y que también sirve de sede a la Policía Judicial del Estado, y el derrumbe de 700 viviendas en la localidad de Cihuatlán (Jalisco) han sido los efectos más devastadores que causó el seísmo de mayor, intensidad desde que hace 10 años otro temblor destrozara el centro de la Ciudad de México causando 20.000 muertos.

Pero según transcurren las horas, los Gobiernos, de los dos Estados más afectados rebajaron ayer el número de víctimas. El gobernador de Jalisco, Alberto Cárdenas, aseguraba la noche del lunes que en su Estado sólo se habían registrado 10 muertes. Muy lejos de las más de 40 que señalaban las primeras cifras de los servicios de protección civil. Por su parte, el gobernador de Colima, Carlos de la Madrid, rebajaba ayer a 21 las víctimas de la catástrofe. Horas antes los grupos de rescate habían contado 26 muertos en el hotel y en la prisión.

La situación se aclaraba, no obstante conforme pasaba la jornada en Manzanillo. El ministro de Defensa, Enrique Cervantes, que se trasladó el lunes a la zona afectada por el seísmo, aseguró ayer que se habían rescatado 30 cadáveres del hotel Costa Real, donde se hallaban alojados una treintena de huéspedes y unos 25 empleados. Carlos Jiménez, que llevaba una semana de luna de miel en este destino turístico del Pacífico, sólo atinaba a señalar que permanecería junto a los restos del hotel a la espera de que sacaran a su esposa. La búsqueda de cadáveres y de supervivientes continúa.