Simulacro de emergencia en Zorita
La nuclear prueba su capacidad de reacción tras su largo y polémico arreglo
10.14 de ayer. Algo pasa en la central nuclear de Zorita, Guadalajara. El sistema de refrigeración del reactor presenta fallos. Inmediatamente se declara el plan de- emergencia de categoría 2. Un equipo de 20 personas se moviliza en la Salem (Sala de Emergencias del Consejo de Seguridad Nuclear), situada en la Ciudad Universitaria de Madrid, principal centro de operaciones y seguimiento ante cualquier incidente o accidente nuclear en España.
10.38. Se declara pasar al nivel 3 de emergencia (hay cuatro). Se ordena la evacuación del personal de la nuclear que no sea necesario para afrontar el imprevisto. Disparo de parada del reactor e inyección de seguridad. Arrancan los sistemas de emergencia para reponer el nivel de refrigeración, algo fundamental para mantener la seguridad de la central e impedir un escape radiactivo al exterior.
10.39. Ya hay resultados de los primeros análisis de dosis radiactivas en el entorno. Estimaciones de dosis en cuerpo y en tiroides de niños (esta parte es el sensor humano más sensible a la irradiación). Sopla viento de dirección Este-Oeste. Hay que controlar más la zona occidental. Ha fallado una bomba de carga. Debe ser reparada ya.
11.03. El Gobierno Civil de Guadalajara ordena el control del acceso al entorno.
11.05. ¡Detectado un incendio en una unidad de enfriamiento del circuito primario!
11.30. Extinguido. Pero un operario que reparaba la bomba ha caído. Presenta contaminación externa de una muñeca. Hay que proceder a su inmediata evacuación y tratamiento.
12.20. Reclasificación de la alerta a. categoría 2. Por fin todo está controlado.
13.05. El director de la central, Aquilino Rodríguez, comunica el fin del simulacro.
Tres horas en alerta
Durante tres horas de la mañana de ayer, la nuclear de Zorita, en funcionamiento desde 1968 vivió un simulacro de emergencia.El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) supervisa estos simulacros internos -uno cada año en los nueve reactores españoles- con un elemento extraño en esta ocasión: la presencia de periodistas en la Salem. Simulacros de emergencias externas, con participación de la población, sólo se han hecho cuatro, lo que es muy criticado por la asociación de municipios de los entornos de estas instalaciones.
El de ayer en Zorita tenía el morbo añadido de ser el primero tras la larga reparación -más de un año- a la que estuvo sometida la nuclear. por múltiples grietas . en la vasija del reactor. La mala racha de la central tuvo un fin dramático: en julio, su director, Juan Vicente Llinares, murió en la riada de Yebra.
Ignacio Lequerica, sudbirector del CSN de centrales nucleares, fue el responsable de la operación desde la Salem. En este caso trabajó con un guión preparado, aunque los técnicos lo desconocían para poder calibrar su capacidad de reacción. Jesús Gil, director de emergencias del CSN, explica que este año ha habido dos simulacros -los de Garoña y Vandellós II- con situaciones completamente desconocidas para los responsables del Consejo y la central (los diseñan empresas exteriores). Otros dos, con emisiones radiactivas graves al exterior -no es el caso de Zorita, donde el simulacro no preveía escapes al entorno-
El accidente simulado de la nuclear manchega fue calificado de gravedad 3 (la escala es de 7). La misma que en 1989 llevó al cierre -real- de Vandellós I.
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