El Reino Unido se vuelca con el arte africano

El Festival África 95, que se celebra este otoño en el Reino Unido, llegó ayer a su clímax con la inauguración de El arte de un continente en la Royal Academy de Londres. Una ambiciosa e inaudita exposición que invita al europeo a explorar y comprender las diversas culturas de este viejo continente. La experiencia de la Royal Academy se completa con varias muestras arte contemporáneo en diversas salas de ciudad organizadas, principalmente en galerías Whitechapel y Serpentine, de Londres, en la Tate de Liverpool y en el parque de Esculturas de Yorkshire.

El arte de un continente se concibe como un viaje por África que olvida las fronteras nacionales actuales al detenerse en siete grandes áreas geográficas. Como preludio a la excursión, varios instrumentos de piedra, incluida un hacha de Olduvai, Tanzania, datada hace 1,7 millones de años, recuerdan al visitante que la cultura y expresiones africanas se adelantaron al resto de las civilizaciones.Al avanzar por Egipto y Nubia, la costa oriental, Suráfrica, Congo y África central, África occidental y el Subsáhara, para regresar a Egipto y al norte del continente, la exposición demuestra que "en ningún siglo, cuando el arte prosperó en Europa y en otras regiones, se conoció la inactividad en África". Entre los siglos XIV y XVI, por ejemplo, en la región de Djenne, Malí, se modelaron una serie de terracotas y piezas en madera con exquisito detalle y estilo peculiar. Y entre las muestras del siglo XIX sorprende un impresionante leopardo tallado en marfil, con incrustaciones en cobre, que procede de Nigeria.

La madera es el material fundamental, aunque escasamente único, en el arte africano. Al sur del Sáhara se acostumbraba a tallar los objetos en una única pieza de madera. Cucharas decorativas, bastones con representaciones de figuras humanas, reposacabezas y los típicos tótems, que se exhiben en la Royal Academy, muestran la diversidad de técnicas empleadas por los artesanos y maestros africanos.

Pero, como sugiere Tom Phillips al presentar la exposición, "el reciclado de materiales tiene una gran tradición en África". En el llamado arte Kongo, que se extiende por Angola, Zaire y Congo, formas antropomórficas y de animales, aparecen incrustadas con clavos y puntas de hierro.

La figura humana, estilizada y expresiva, acompaña al viajero por cada región del itinerario africano. Sin embargo, en esta extraordinaria reunión artística no se olvidan las expresiones pictóricas, telares, joyas, vasijas, tronos, asientos y decenas de objetos fúnebres de las diversas culturas.

Las diferentes manifestaciones artísticas de este continente, consideradas durante siglos con respecto al arte occidental como simples artesanías u objetos cotidianos sin mayor valor que el de expresiones de culturas poco desarrolladas, cobran cada día mayor interés a medida que se hacen conocidas sus formas expresivas. Esta muestra, junto a las cada vez mejor surtidas colecciones de los grandes museos, es una prueba de ello.

La música

Pero la exploración africana no se centra exclusivamente en el arte visual. La música tuvo su gran cita el pasado 22 de septiembre con la reunión en el Royal Albert Hall de Youssou N'Dour, Khaled, Lucky Dube y Salif Keita. En las próximas semanas se interpretarán traba jós de nuevos compositores del sur de África como- Justinian Tamustiza, Dumisani Maraire y Kevin Volans. El apartado musical culmina el 15 de noviembre con la actuación del pianista surafricano Mervyn Africa en el Royal Festival Hall.La Filmoteca Nacional y el Centro Barbican, de Londres, repasan la trayectoria cinematográfica de este gran continente. Y por diversas ciudades británicas se ponen en escena obras de arte y espectáculos de danza.

El presidente del festival, Michael Caine; define África 95 como "una colaboración e intercambio entre artistas". Pero, ante todo, este aglomerado de expresiones artísticas, exquisito y sin precedentes en Europa, garantiza una única oportunidad de explorar un continente tan cercano como antiguo y desconocido.