Oslo cierra, Barajas amplía

Acogiéndome al criterio de "equidad" de ese prestigioso diario, y con relación a los recientes y sugestivos anuncios publicados de mentalización social sobre la conveniencia, de ampliar el aeropuerto de Barajas, es de recordar que, según se hizo constar en el trámite de. información pública por numerosas personas. y colectivos afectados, su impacto ambiental podría influir muy negativamente sobre la salud fisica y psíquica, y la economía de más de 500.000 personas, habitantes de las zonas afectadas. Que el ruido continuo y ensordecedor de paso, retroacción, aterrizaje, despegue y aceleración de reactores resulta insufrible, y origina trastornos como pérdida de sueño, estados de ansiedad incremento de la tensión arterial, úlceras, irritabilidad y limitación productiva. Que dicho ruido Supera los decibelios restringidos por la Unión Europea y la Ordenanza General del Medio Ambiente, del Ayuntamiento de Madrid. Y desencadenaría un efecto dominó de desvalorización y ventas precipitadas de inmueble con una falta de inversión constructiva y de servicios en muchas zonas ya habitadas, incluso en la sierra pobre de Madrid, donde miles de familias han invertido modestos ahorros e instalado sus nuevos hogares.Que, por los mismos problemas medioambientales', Oslo va a cerrar en cinco anos su aeropuerto, para abrir uno nuevo alejado de sus núcleos habitados, y todas las capitales importantes tienen distanciados su segundo. y tercer aeropuerto: París, Londres, Nueva York, etcétera.

Ampliar Barajas, sitiado por barrios, pueblos, montañas y nieblas frecuentes, sin aprovechar Torrejón, al menos provisionalmente, con la pista más larga de Europa e infrautilizado al terminar la guerra fría, es un derroche de recursos que a largo plazo resultarán inadecuados. Hay que actuar en él presente con visión de futuro. Madrid necesita un segundo aeropuerto en terrenos alejados de pueblos y ciudades, perfectamente comunicado en alta velocidad, utilizanido la actual o la futura línea del AVE, o cercanías con Talgo o Intercity, donde cualquier inversión sea rentable de presente futuro.

La proyectada operación inmobiliaria de la ciudad aeroportuaria puede ser igualmente provechosa para sus inversores, bien en el segundo aeropuerto o construyendo viviendas y oficinas libres de ruidos en la ubicación actualmente prevista y próximamente comunicada con el nuevo tren de cercanías.