González descarta una amnistía en el 'caso GAL' por ser inconstitucional

El presidente del Gobierno, Felipe González, no quiere ni oír hablar de una amnistía para los implicados en el caso GAL por ser contraria a la Constitución y niega de forma tajante que el Ejecutivo haya influido en la decisión del juez togado militar Jesús Palomino de devolver a prisión al ex número dos del Cesid Juan Alberto Perote. Ésta fue su réplica al coordinador de Izquierda Unida (IU), Julio Anguita. En un encuentro con periodistas, afirmó ayer que no se siente presionado por su partido para encabezar las listas electorales ni tampoco por los chantajistas para alterar la iniciativa política de su Gobierno.

Felipe González calificó de absurda la propuesta de amnistía que plantean los abogados de Francisco Álvarez, Julián Sancristobal, Miguel Planchuelo y Julio Hierro, implicados en el caso GAL [ver EL PAÍS de ayer], y afirmó que, simplemente, "no cabe dentro de la Constitución".No es la primera vez que González descarta la amnistía, pero ayer insistió en su negativa, ante la nueva ofensiva de algunos abogados de los implicados, cuya estrategia defensiva consiste en la inculpación de la cúpula política del Ministerio del Interior y del Gobierno de los años ochenta con la pretensión de conseguir una amnistía generalizada que afecte a sus defendidos. Felipe González reiteró su posición: "Ya lo he dicho muchas veces. Estoy en contra de cualquier ley de punto final".

La posición del presidente coincidió con la del diputado de IU-IC, Diego López Garrido, que argumentó que una amnistía para los implicados del caso GAL sería negativa porque extendería la sospecha a todo el sistema democrático. En una línea similar se manifestó el portavoz de Jueces para la Democracia, José Antonio Alonso, que señaló que sería "inasumible" porque supone desmentir al propio Estado de derecho."

"Una tontería"

González dedicó también su intervención a cortar algunos fuegos, como el de Julio Anguita, que la víspera había acusado al Gobierno de condicionar al juez militar Jesus Palomino para que encarcelara de nuevo al ex número dos del Cesid Juan Alberto Perote. "Es una tontería de tal magnitud que no entiendo cómo a la gente se le ocurre pensar en ello y mucho menos decirlo", se limitó a responder.También el portavoz de Jueces para la Democracia se dirigió ayer a Julio Anguita para decirle que antes de lanzar acusaciones tan graves hay que disponer de pruebas. El juez militar Jesús Palomino confirmó, por su parte, que ordenó someter a vigilancia al coronel Perote ante la posibilidad de que eludiera la acción de la Justicia, según Servimedia.

El presidente del Gobierno no quiso dar mayor importancia al pulso que le ha echado la trama que él mismo denunció hace meses, ni tampoco quiso reconocer que puede condicionarle en su posible decisión de presentarse a la reelección. "No me siento acosado" sino "muy tranquilo". "Siempre me preguntan lo mismo, y la contestación es que la candidatura la tendrá que tratar el partido".

González, dicen sus próximos, no quiere dar mayor relieve público a los chantajistas, de tal manera que rehuyó incluso pronunciarse de manera afirmativa sobre las palabras del presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, que la víspera comparó los actuales ataques a González con el "linchamiento moral" que sufrió el ex presidente del PSOE Julián Besteiro tras su encarcelamiento en la prisión de Carmona en 1939. "No creo que sea demasiado comparable". dijo ayer González.

Lo que sí quiso dejar claro fue que la campaña contra él y su Gobierno no le ha arruinado su capacidad de iniciativa. "El Gobierno no ha dejado de tener iniciativas en todo este tiempo. No hay más que ver los proyectos de ley que se han aprobado y que se han desarrollado en todo este tiempo", dijo.

González no fue optimista sobre el efecto que puedan tener sobre la situación política las intervenciones del ministro de Defensa Gustavo Suárez Pertierra, ante la Comisión de Secretos Oficiales, ayer, y de Juan Alberto Belloch ante el pleno del Congreso, el jueves, para explicar las conversaciones del Gobierno y los representantes del ex banquero Mario Conde. "La calma o la agitación no dependen de estas reuniones, sino de otros factores", dijo.