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VIOLENCIA EN EL PAIS VASCO

El gobernador de Guipúzcoa pide a los ciudadanos que no se dejen atemorizar

Aurora Intxausti

El gobernador civil de Guipúzcoa, Juan María Jáuregui, realizó ayer un llamamiento a los ciudadanos vascos para que no se dejen "atemorizar y chantajear" por los violentos, que pretenden "crear un estado de caos y temor que les devuelva a una posición de control social". Durante todo el fin de semana se sucedieron actos vandálicos protagonizados por jóvenes de Jarrai, la rama juvenil de KAS. Varios grupos de encapuchados lanzaron en la madrugada de ayer 32 cócteles molotov contra la fachada de las oficinas de la Ertzaintza (policía vasca) en la plaza de Easo de San Sebastián y quemaron una furgoneta de atestados.

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"Aténte a las consecuencias".

Los actos de vandalismo en la capital guipuzcoana se iniciaron, según la Ertzaintza, una vez que finalizó el acto organizado en el velódromo de Anoeta por simpatizantes de la izquierda abertzale con motivo del vigésimo aniversario de las muertes de Juan Paredes Manot, Txiki, y Ángel Otaegi Etxeberria, fusilados menos de dos meses antes del fallecimiento de Franco.Hacia las 3.15 horas, varios grupos de jóvenes cruzaron vehículos y contenedores en las calles y quemaron diverso material urbano. Quince minutos después, los alborotadores lanzaron hasta 32 artefactos incendiarios contra la fachada principal de la oficina de atención al público que la policía vasca tiene en el barrio de Amara. La puerta principal resultó quemada. El fuego alcanzó asimismo a una furgoneta de atestados, que se encontraba aparcada en el exterior y que quedó parcialmente destruida.

Mientras tanto, en Getxo (Vizcaya), los radicales, dentro de la serie de actos de sabotaje llevada a cabo, incendiaron igualmente un automóvil de matrícula francesa.

Floren Aoiz, dirigente de Herri Batasuna (HB), aseguró que ese tipo de actos son "el reflejo de una tensión política que se ha ido acumulando en los últimos tiempos". "Se esté o no de acuerdo, no es gamberrismo, sino una expresión política", indicó. En la misma línea, Aoiz afirmó que "es comprensible y normal que la violencia de una parte, mantenida durante mucho tiempo, termine engendrando determinadas contestaciones de raíz política".

Conquistar la calle

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Frente a estas desafiantes declaraciones, el gobernador civil de Guipúzcoa, Juan María Jáuregui descalificó abiertamente a los autores de los últimos incidentes. En su opinión, el incremento de los actos vandálicos en el País Vasco se debe simplemente a la necesidad que tiene HB de conquistar la calle y "atemorizar a los ciudadanos que se manifiestan todas las semanas pidiendo la libertad de José María Aldaya", el industrial que lleva 147 días secuestrado por ETA.En ese sentido, Jáuregui recordó que con el secuestro del empresario Julio Iglesias Zamora, que permaneció 117 días en poder de la banda armada, los simpatizantes de los etarras se quedaron sin respuesta ante la reacción de rechazo expresada por el conjunto de la sociedad vasca, lo que constituyó "una de las mayores derrotas del terrorismo y del entramado social que lo sustenta". "Con el de Aldaya no querían que les sucediese lo mismo. Por ello están reaccionando con más violencia", matizó.

El gobernador reconoció que los radicales han logrado, en efecto, amedrentar a los ciudadanos, ya que en esta ocasión, con Aldaya, el número de simbólicos lazos azules es inferior a los de la anterior, con Iglesias. "Están consiguiendo atemorizar a la gente, aunque todavía son muchos los que salen a la calle para decir basta ya", señaló. Por eso hizo un llamamiento a los ciudadanos para que no se dejen "atemorizar y chantajear" por los que "pretenden crear un estado de caos y temor que les devuelva una posición de control social.

Jáuregui, que cree que el aumento de los sabotajes se debe también a que en la mayoría de las oportunidades a sus autores no se les grava penalmente, también denunció a quienes los dirigen porque "tienen la gran responsabilidad de estar destruyendo una parte de la juventud de este país con unos fines que son aborrecidos por la mayoría de la población".

En otro momento de su intervención, Jáuregui recordó al jefe de la Brigada de la Policía Judicial de San Sebastián, Enrique Nieto, quien se encuentra hospitalizado, en estado de coma, desde el pasado 8 de junio como consecuencia del disparo en la cabeza que le hizo un activista etarra.

Los daños causados en la comunidad vasca por las acciones violentas de los seguidores de jarrái superan, en lo que va de año, los 3.000 millones de pesetas. Los alborotadores suelen concentrar sus atentados en las entidades bancarias, las furgonetas de la compañía telefónica y de la propia Ertzaintza, los concesionarios de automóviles de marcas francesas y el material urbano en general.

Precisamente, patrullas de ertzainas localizaron en el curso de la pasada semana varios depósitos, situados en distintos puntos del territorio vasco, que contenían abundante material pirotécnico, cócteles mólotov ya preparados para su utilización inmediata y diversas sustancias para fabricar artefactos explosivos. Las características del material requisado en cada uno de ellos son iguales.

Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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