Crónica no anunciada

"Ella fue a nacer... coca-colas... sala de hospital... cervezas... vio la luz ... háagen-dazs... como cristal ... los veintiséis... patatas, palomitas... sólo pienso en ti".No, Víctor y Pablo no reescribieron las letras de sus canciones para esta noche especial en la plaza de toros de Las Ventas. Ellos cantaban su versión, y asi es como la escuchábamos los infortunados espectadores que habíamos elegido sentarnos unos asientos numerados como 28, 29, 30 y 31 de una fila como las demás. Esto pensábamos hasta que comenzó el desfile ante nuestros ojos y sobre nuestros pies, y los amables e innumerales vendedores nos informaban entre gritos de que aquello era un pasillo (¿para, ellos?), animados por solidarios espectadores que, también entre gritos, defendían el derecho de los pobres chicos (sic) a trabajar.

Somos trabajadores, y de nuestro trabajo salieron las 2. 500 pesetas pagadas con ilusión para escuchar-a dos cantantes-poetas que ponen sus ideas y su corazón en unas canciones que esperan que nos lleguen tal y como fueron compuestas.

Yo no te pido que me bajes una estrella azul, sólo te pido que mi espacio llenes con tu luz, con tus letras, con tu música (y sin vendedores mil).-