Marruecos quita hierro en la ONU a su reivindicación sobre Ceuta y Melilla

Marruecos reiteró ayer en las Naciones Unidas su reivindicación sobre Ceuta y Melilla, pero lo hizo en términos algo más vagos que en anteriores ocasiones y resaltando además que los estrechos lazos que le unen a España deberían facilitar, mediante el diálogo, el poder alcanzar una solución a ese problema entre ambos países que preserve los intereses económicos españoles.

ENVIADO ESPECIAL

El primer ministro marroquí, Abdelatif Filali, pronunció un discurso ante la Asamblea General de la ONU que en círculos diplomáticos españoles fue interpretado como "relativamente moderado", tras la tensión registrada estos últimos tiempos entre la Unión Europea (UE) y Rabat a causa del estancamiento de las negociaciones pesqueras y sobre el acuerdo de asociación para potenciar la cooperación y el comercio.Justo antes de iniciar su alocución Filali ofreció un almuerzo a varios mandatarios de países amigos, entre los que figuraba el ministro español de Asuntos Exteriores, Javier Solana. A diferencia de años anteriores, Solana no se entrevistó a solas en Naciones Unidas con el jefe del Gobierno de Marruecos y tampoco se reunió en esta ocasión en Nueva York con ningún representante del Frente Polisario.

"La era del colonialismo está para siempre superada", pero, "desgraciadamente, las dos ciudades marroquíes de Ceuta y Melilla y las islas vecinas permanecen aún bajo el dominio español", afirmó de entrada Filali en el primero de los cinco párrafos de su discurso dedicado a las plazas de soberanía española.

"Estos enclaves, parte integrante del territorio marroquí ( ... ) y que representan las últimas colonias en África, constituyen un fenómeno atípico y extraño que ni la razón ni la lógica pueden admitir, y que es incompatible con el espíritu y la letra de la Carta de la ONU", añadió el primer ministro.

Una vez formulada su reivindicación, Filali le quitó algo de hierro. Recordó primero que para su país el diálogo es uno de los principios básicos de sus relaciones con sus vecinos. "Marruecos", prosiguió, "considera que sus lazos históricos con España y los intereses económicos comunes son de naturaleza para permitirnos superar las dificultades". "Marruecos considera a España como uno de sus socios económicos más importantes", agregó. "Estamos convencidos de que, por poco que se tomen estos datos en consideración, facilitarán la solución de este contencioso".

El cauce para resolverlo sigue siendo, según el primer ministro, "la célula de reflexión" propuesta a finales de la década de los ochenta por el rey Hassan ll, y que integrarían no sólo funcionarios, sino personalidades marroquíes y españolas del mundo de la cultura y de los negocios. Juntos estudiarían cómo "Marruecos recobraría la soberanía sobre ambas ciudades ( ... ) y España preservaría sus intereses económicos".

Respecto a la cuestión del Sáhara occidental, Filali reiteró la determinación del Gobierno marroquí de "cooperar plenamente" para la celebración de un referéndum sobre su futuro a principios del año que viene, tal como pidió el secretario general de la ONU, Butros-Gali.

Réplica de España

Las autoridades españolas han rechazado hasta la fecha esta sugerencia, aunque en Casablanca, en noviembre, el presidente Felipe González dio la impresión de aceptar la creación de una célula para trabajar sólo sobre problemas locales. El año pasado, Filali fue algo más preciso a la hora de formular su reivindicación porque pidió para ambas plazas un trato similar a Hong Kong y Macao, que pasarán antes de fin de siglo bajo soberanía china.La Embajada de España ante Naciones Unidas replicó al discurso de Filali. Lo hizo el diplomático Arturo Laclaustra, quien aseguró que Ceuta y Melilla no son colonias, porque sus ciudadanos son españoles y están representados en el Parlamento en las mismas condiciones que los demás españoles.