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Sancristóbal ratifica ante el Supremo que Barrionuevo aprobó el secuestro de Marey

Julián Sancristóbal, ex director general de la Seguridad del Estado y procesado en el caso GAL, confirmó ayer ante el juez del Tribunal Supremo Eduardo Moner que el ex ministro del Interior José Barrionuevo y el ex secretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera decidieron que se mantuviera secuestrado a Segundo Marey, al que mercenarios franceses hablan confundido con el etarra Mikel Lujua. Sancristóbal, que en el momento del secuestro era gobernador civil de Vizcaya, ratificó las dos últimas declaraciones que prestó ante Baltasar Garzón en julio e insistió en que Vera le entregó en su propio despacho de la Secretaría de Estado un millón de francos franceses para financiar la operación.

Sancristóbal afirmó que nunca había hablado directamente con Felipe González sobre los GAL, si bien precisó que tiene la convicción de que el ex ministró del Interior le tenía informado de lo que ocurría. El ex director general de la Seguridad del Estado reiteró que, conociendo el talante de Barrionuevo, el presidente no podría ser ajeno a los GAL, ya que el ministro del Interior no habría dado ese paso sin consultar a González.Sancristóbal afirmó que sólo hablé de los GAL con Barrionuevo y Vera. Habló con ellos por separado o con los dos juntos, pero nunca lo hizo con nadie más.

Sobre el origen de los GAL, Sancristóbal dijo que este grupo, en realidad, nunca había existido. Explicó que se le ocurrió a él poner ese nombre a efectos de su difusión en la prensa y por una sola vez, "en plan de intoxicación". Según Sancristóbal, como los GAL nunca existieron, tampoco tuvieron que disolverse.

Uno de los abogados presentes le preguntó si los GAL eran parecidos a los GEO (Grupos de Operaciones Especiales de la policía), lo que Sancristóbal negó diciendo que no tenían nada que ver.

Ni Serra ni Benegas

El ex alto cargo no mencionó en su declaración ni al ex vicepresidente del Gobierno Narcís Serra ni al secretario general del PSE-PSOE de aquella época y actual diputado, José María Benegas.

La única novedad que aportó Sancristóbal a sus anteriores declaraciones ante Garzón se refirieron a la "obediencia debida". Todo el que intervino en el secuestro de Marey, dijo Sancristóbal, sabía a lo que iba. Nadie fue obligado, sino que lo hizo de forma voluntaria y por interés de España. Es obvio que las relaciones jerárquicas se mantenían, agregó el ex alto cargo de Interior, pero si alguien lo hubiera deseado se hubiera podido retirar. Sancristóbal sólo admitió su intervención en el secuestro de Marey, pero negó haber participado en cualquier otra acción o atentado de los GAL.

Respecto a la participación de Ricardo García Damborenea, Sancristóbal explicó que cuando supieron que se habían equivocado llamaron al entonces secretario de los socialistas de Vizcaya para contar con un aval político para la decisión que se tomase tras la emergencia creada por el error en la identidad del secuestrado.

Al término de su declaración, Julián Sancristóbal dijo a los periodistas que había ratificado las declaraciones que hizo a Garzón en julio pasado y añadió: "Yo no he implicado a nadie. Lo que he hecho ha sido relatar una vez más ante el juez los hechos que conozco y que se refieren única y exclusivamente a la detención ilegal de Segundo Marey".

Sancristóbal añadió que no había aportado ningún documento o testimonio nuevo, ni tampoco ningún nombre que no hubiese salido ya en sus dos o tres declaraciones anteriores.

El ex director general de Seguridad dijo que no había hablado ante el juez de guerra sucia a ETA, sino de Ia detención ilegal, por error, que se produjo en la persona de Segundo Marey". En esta operación dijo que "no hubo directivos ni nada que se le parezca".

Previamente, Sancristóbal había reconocido ante el juez Moner que el coronel Juan Alberto Perote, ex jefe operativo del Cesid, fue a visitarle a la cárcel de Guadalajara, donde permaneció varios meses por orden del juez Garzón, que le acusó de fundar, dirigir y financiar los GAL, además de organizar el secuestro de Segundo Marey.

Julián Sancristóbal no concretó el número de visitas, aunque admitió que fueron varias, todas antes de que se retractase y confesase su intervención en el secuestro de Segundo Marey. Agregó que durante las visitas de Juán Alberto Perote, nunca hablaron de los GAL y que la razón de las mismas era la antigua amistad que le une con el ex espía.

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