Un operador hace perder 136.000 millones al banco nipón Daiwa en Nueva York
El Daiwa Bank, uno de los 10 grandes bancos de Japón, admitió ayer que las operaciones irregulares en el mercado de bonos de uno de sus empleados en Nueva York le habían ocasionado pérdidas por valor de 1.100 millones de dólares (136.000 millones de pesetas) durante un periodo de 11 años. Las autoridades financieras niponas se apresuraron a tranquilizar a los medios financieros, preocupados por algunas recientes quiebras, y calificaron el caso de hecho aislado. La Justicia estadounidense, por su parte, anunció la detención del anterior vicepresidente de la entidad.
El sistema financiero japonés recibió ayer otro duro golpe después de las recientes quiebras de las cooperativas crediticias (Cosmos y Kizu) y de Ryogo Bank. En este caso ha sido el banco Daiwa, 19º banco del mundo, que ha sufrido un fuerte quebranto por las operaciones ilegales de un corredor en Nueva York. El Banco de Japón y el todopoderoso Ministerio de Hacienda intentaban ayer calmar los ánimos de los mercados internacionales, que han encajado con alarma las recientes bancarrotas. Las bolsas de Tokio y Osaka suspendieron la cotización de Daiwa.Varios altos cargos de ambas instituciones señalaron que "se estrechará el control sobre los bancos", si bien puntualizaron que Daiwa Bank, con unas ganancias previstas de 115.000 millones de yenes (unos 150.000 millones dé pesetas), después de asumir la aparatosa pérdida en el ejercicio anual, podrá encajar el agujero con cierta holgura. Algo que no pudo hacer el banco británico Barings, que fue a la quiebra el pasado invierno por las operaciones irregulares de su empleado Nick Leeson en Singapur. El Daiwa anunció que las Pérdidas se contabilizarán en el balance semestraI de finales del próximo mes septiembre como pérdidas extraordinarias.
La dirección del banco también asumirá su parte de responsabilidad. Se reducirá un 30% el sueldo del presidente, Akira Fujitá, y otros altos cargos de la entidad verán rebajados sus sala, rios entre un 10% y un 30%.
Repetidas advertencias
Las autoridades monetarias niponas habían advertido en tres ocasiones al Daiwa Bank de posibles irregularidades en sus operaciones, incluidas las de su oficina de Nueva York. Sin embargo, el banco no pudo o no quiso corregir los errores detectados. Los problemas comenzaron en 1984, cuando el empleado provocó una pérdida de 200.000 dólares y empezó a falsificar contratos para camuflarla. Las operaciones se fueron acumulando y se prolongaron hasta el año pasado.Según manifestó el Daiwa Bank en Osaka, el empleado local de su oficina estadounidense, Toshihide Iguchi, de 44 años, realizó operaciones con bonos del Tesoro americano al margen de los reglamentos internos de la entidad bancaria. El operador duplicaba las órdenes de contratación y hacía "transacciones secretas". Iguchi, despedido del banco pocos días, está acusado de fraude y fue detenido ayer por la Justicia estadounidense. Se le acusa de falsificar la contabilidad para esconder las pérdidas. Según el FBI, Iguchi confesó ser el autor de este fraude en una carta enviada el pasado 13 de julio al presidente del banco.
El Daiwa Bank ha enviado a un equipo de 14 personas a Nueva York para que investigue las irregularidades cometidas. Según las autoridades del mercado de bonos estadounidense, la dirección de la entidad nipona no informó de las actividades irregulares del empleado hasta hace una semana. Iguchi se enfrenta a una pena máxima de prisión de 30 años.
Para salir de posiciones comprometidas el agente vendía bonos de una cuenta abierta, al parecer, irregularmente, con el fin de cubrir las pérdidas que se encadenaban. Para llevar a cabo estas operaciones fue necesaria la falsificación de balances y la declaración de unos activos que no existían.
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