Prolongación de líneas

Pronto sé cumplirá un año desde que mi comunidad de propietarios dirigió sendos escritos al Consorcio de Transportes y al Ayuntamiento solicitando la prolongación de las líneas de la EMT 133 y 134, o al menos una de ellas, hasta la calle de Costa Brava, donde viven desde hace largo tiempo un gran número de vecinos que se va incrementando con el paso del tiempo.La ausencia de transporte público que recorra esta vía, especialmente en su segunda mitad, obliga a nuestros hijos a acudir a los colegios o a las paradas de los autobuses a pie, atravesando en algunos casos, para acercarse hasta la plaza del Cerro del Castáñar, un descampado (de noche con muy escasa iluminación, y en invierno anochece más temprano), por donde transitan acompañados de los numerosos yonquis que diariamente acuden allí a comprar sus dosis y con los que ya se han producido incidentes como consecuencia de sus solicitudes de bienes personales a los niños.

Independientemente de todo ello, es manifiesta la incomodidad de tener que desplazarse. hasta la citada plaza para poder tomar cual quiera de las dos líneas, o, en otros casos, hasta el comienzo de la calle de Costa Brava, para tomar la 134 y por ello motivo suficiente para la modificación de líneas, o al menos así lo consideró el concejal presidente de la Junta Municipal del distrito de Fuencarral-El Pardo en su nota del 24 de noviembre de 1994 dirigida al jefe del departamento de transportes del Área de Circulación y Transportes. Tres meses, después, el 3 de marzo de 1995, el jefe de la sección de Vías Públicas de la junta municipal citada dirigió un escrito al antes citado concejal presidente comunicándole que existía un proyecto de reforma de líneas de la EMT, en el que se incluía la 124 y que este proyecto, cuya entrada en funcionamiento era para primeros de año, se había retrasado hasta "los meses posteriores al de mayo".

Claro que yo quise entender que sería para septiembre-octubre -coincidiendo con el inicio del nuevo curso escolar y, además, de este año, no del 2000-, así que, al ver que la anunciada remodelación no llegaba, hace algunas fechas me puse en contacto. telefónico con el departamento correspondiente del Ayuntamiento para recabar información; cuál sería mi sorpresa cuando me contestan, tras pasarme, muy atentas, de una persona a otra, que no saben de lo que les hablo y que, de momento, no hay nada previsto.

Entonces, lo de antes qué fue: ¿tomadura de pelo preelectoral o es que han existido cambios en el Ayuntamiento a escala de funcionarios y éstos todavía no han tomado tierra? Fuera lo que fuere, sigo insistiendo en que necesitamos, especialmente nuestros más jóvenes, la prolongación de alguna de estas líneas, y no pienso que sea pedir, mucho.