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La Complutense paga un viaje a la playa a 40 de los alumnos que eligen al rector

Antonio Jiménez Barca

Un grupo escogido de 40 alumnos claustrales de la Complutense -los claustrales son los elegidos por los alumnos para nombrar a su vez al rector en las próximas elecciones, que se celebrarán en octubre- ha permanecido desde el martes hasta ayer en Benalmádena (Málaga), en un hotel de cuatro estrellas y a 60 metros de la playa. Todo a cuenta de la universidad madrileña.Los estudiantes pertenecen a cinco asociaciones, ninguna vinculada a la izquierda. Durante la semana, además de disfrutar del hotel Alay, los alumnos se han dedicado en este congreso, entre otras tareas, a pergeñar estrategias electorales, a elaborar propuestas para los futuros aspirantes a rector y a aprender a "hablar en público". Uno de los estudiantes asistentes, miembro de la asociación Federación de Estudiantes Independientes de Madrid (FEIM), de ideología "más bien de derechas", según el propio alumno, lo explicaba telefónicamente el jueves pasado por la noche desde el hotel Alay, en Benalmádena, a preguntas de este periódico: "El viaje y el congreso lo paga la Universidad Complutense, claro; con lo aburrido que es esto, si encima lo tuviéramos que pagar nosotros... En las asociaciones no tenemos ni un duro para estas cosas".

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"No vamos a invitar a las asociaciones que nos hacen la vida imposible", dice el organizador

VIENE DE LA PÁGINA 1Los 40 estudiantes que se han alojado en el Alay desde el martes hasta ayer son, a su vez, "representantes de los otros claustrales de su misma asociación", según informaron varios de los que tomaron parte en el viaje. Pero hay asociaciones de estudiantes de la Complutense que no han sido invitadas y que, sin embargo, están representadas en el claustro.

Es el caso del grupo Rosa de Luxemburgo, de la Facultad de Ciencias Políticas y de ideología de izquierdas. Pilar Fernández, uno de los cuatro representantes claustrales con los que cuenta esta asociación, apuntaba el pasado martes que no tenía "ni idea" de ese "congreso": "A mí nadie me ha dicho nada ni me ha invitado a nada; ni a mí ni a ninguno de mi asociación, claro. Me gustaría saber de dónde sale el dinero, porque a mí también me podía haber gustado ir. La historia me parece muy fuerte", añade Fernández.

Grupo de oposición

Tampoco la asociación Aúpate, de Ciencias Políticas, con otros cuatro claustrales, ha recibido invitación alguna. "Me parece lamentable que no se trate a todos por igual; siempre pasa lo mismo. No nos han invitado porque estuvimos promoviendo un grupo de oposición a esas asociaciones que ahora están en el congreso, y que era un grupo pluralista. Lo del viaje me parece, simplemente, una verguenza cuenta Jerónimo Calderón, miembro de Aúpate.

Otro de los asistentes al congreso explica cómo se han elegido a los invitados: "Para este congreso han elegido a los moderados: ni de extrema derecha ni de extrema izquierda. De esta reunión saldrá una comisión de cinco representantes que se encargará de negociar después con los aspirantes a rectores las propuestas que se hagan en este congreso. Las asociaciones presentes cuentan con 120 representantes en el claustro". Se trata de las aso ciaciones Atlántida, FEIM, Al tavoz, Coalición de Delegados y Rerus.

Jorge Urosa, profesor de Historia del Derecho en la Universidad Complutense y organizador de la reunión, y cuyo hermano Rubén también ha asistido al congreso, declaró el jueves a preguntas de EL PAÍS que "cada asociación se paga el Viaje". Este hecho ha sido desmentido por todos los estudiantes consultados. Por ejemplo, un estudiante de Derecho del colegio Cardenal Cisneros, centro perteneciente a la Complutense, señaló: "Yo he pagado una parte sólo, pero ya he pedido una subvención y me han dicho que me la van a dar". Según este estudiante, el congreso "enseña cómo hablar en público y cómo formar asociaciones". "Hay menos cachondeo del que se piensa: se viene a trabajar. Aunque, claro, somos jóvenes y no vamos a estar todo el tiempo en el congreso. Hay un ambiente estupendo", añadió. Familiares de algunos de los asistentes ratificaron telefónicamente en Madrid que los alumnos no pagaban ni el viaje ni la estancia.

"Se invita a quien se quiere"

Jorge Urosa, el organizador, explicó el jueves que a esta reunión "se invita a quien se quiere". "Es como ir a cenar", añade este profesor. "Cada uno va con quien le parece. No vamos a invitar a asociaciones que nos han estado haciendo la vida imposible durante todo el año".

A la pregunta de por qué se organiza el congreso en Benalmádena (Málaga), Urosa respondió: "Porque preferimos que las reuniones se hagan alejadas de la Complutense. Si lo hubiéramos montado en Madrid, podría haberse pasado algún futuro candidato a rector e influirnos en las reuniones`. Urosa también declaró el jueves a este periódico que desconocía cuánto había costado. "Supongo que unas 30.000 pesetas por estudiante, pero no lo sé seguro".

Una de las propuestas que los estudiantes alojados en Benalmádena están bosquejando es la futura delegación de alumnos, la asignatura pendiente de la Complutense. Esta universidad, a diferencia de la Politécnica, no dispone de este órgano debido a la falta de acuerdo entre los alumnos del claustro.La Universidad Complutense debe elegir rector el próximo mes de octubre. El anterior, Gustavo Villapalos, dimitió a principios de verano para incorporarse a su puesto de consejero de Educación y Cultura de la Comunidad de Madrid. El actual rector, Arturo Romero, desempeña el cargo "en funciones".

Este periódico intentó el viernes sin éxito ponerse en contacto con la vicerrectora de Alumnos de la Complutense, Rosa Basante.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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