Robo de importantes secretos a la Marina francesa

Francia puede tener problemas con sus submarinos atómicos: alguien robó durante el verano, en dos sesiones distintas, importantes secretos militares del Arsenal de Tolón, la principal base naval francesa. El material robado se refiere a los códigos de identificación sonora de los submarinos nucleares, las rutas de cada navío de la flota militar, sistemas de radar y misiles.El asunto, del que se ocupa un juzgado de Marsella, fue revelado ayer por el semanario Le Canard Enchainée y confirmado por la Marina.

El primer robo se produjo el 24 de julio. Alguien se llevó cinco ordenadores cargados de información calificada como secreto de Defensa. Las autoridades militares de Tolón abrieron una investigación interna.

Pero un par de semanas más tarde, hacia el 5 o el 6 de agosto, según el diario Libération, los ladrones volvieron a penetrar en la misma sala y se llevaron 25 carpetas, con material complementario al guardado en los discos informáticos. La audaz reincidencia hundió el ánimo de los almirantes y, por orden directa del presidente Jacques Chirac, acudieron a la jurisdicción ordinaria.

La juez marsellesa Jacqueline Gayssot fue encargada del caso. La investigación parece primar hasta ahora la hipótesis del espionaje, ruso o estadounidense, aunque la flota de Estados Unidos en el Mediterráneo podría resultar igualmente perjudicada porque entre el material sustraído había mucha información secreta sobre sus naves y sus códigos de sonido. Una de las personas investigadas es un antiguo marino que mantiene relaciones comerciales con países del extinto Pacto de Varsovia.

En cualquier caso, se da por seguro que quien cometió el robo contaba con muy buena información interna y sabía con exactitud lo que buscaba y dónde se encontraba. "La investigación será dificilísima", reconoció un portavoz del Ministerio de Defensa. Los códigos de identificación sonora son la base de un complejo sistema de detección, basado en el ruido de las hélices. Cada Pave produce un sonido peculiar y único, y un ordenador programado adecuadamente es capaz de reconocer si el barco o submarino que se acerca es amigo o enemigo. Para ello, el ordenador necesita una enorme biblioteca de ruidos.