_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Cosas

Algunas cosas no cambian nunca, se quedan quietas formando el arco de la alianza entre los que se van y vuelven, y son más firmes que los límites territoriales, las religiones, las ideologías excluyentes, el orden económico, el producto interior bruto y, por supuesto, las patrias. Son cosas del corazón, pequeñas cosas que no cotizan en bolsa, y que no se encuentran sometidas a más altibajos que los que el propio corazón registra en la lucha por su integridad. Cuando pasa el tiempo y se regresa al punto en que todo eso fue suspendido por la separación (otro país, otra ciudad, otros amigos: permanecieron hechos un rebujo en la memoria, que no en el desván de los trastos inútiles), asoma la sospecha, el temor a que lo que el recuerdo idealizó a lo largo de la ausencia esta vez no corresponda a la ilusión y se derrumbe ante la puesta al día. Porque, inevitablemente, viajamos de regreso con un frasco vacío en una mano y otro de disolvente (cargado por el tiempo) en la otra.Volver es título de tango y verbo que se conjuga a gusto cuando el lugar revisitado es Buenos Aires: tres años sin poner acá el pie, tres años de distancia alimentada por referencias ajenas y nostalgias propias, podían haber propiciado el desencuentro. No obstante, resurge lo que hubo con tanta fidelidad como el milagro de la luz que empapa las esquinas. Los viejos rituales convocan a la amistad, que acude con la elegante gauchería de siempre, y a esta altura del partido una ya sabe que se la jugó por un amor correspondido, por una fraternidad compartida.

En fin, que en medio de tanto descoloque generalizado y tanto fango mezclado con la espuma de los días, me da gusto decirles que algunas cosas, las mejores, no cambian nunca, y que es para bien.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_