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El sector olivarero, alarmado por la importación de aceite de oliva mezclado con otros de semillas

La industria olivarera española está alarmada ante la amenaza de que comience a importarse aceite de oliva mezclado con otros de semilla, como girasol o soja, en una proporción del 15% de oliva y 85% del otro, y ha expresado su temor a que ello desate una guerra de precios. De momento es sólo la multinacional Unilever la que está estudiando la introducción de este nuevo producto. En la actualidad, España prohíbe la venta de aceite mezclado, pero la unión Europea lo permite, por lo que nuestro país tendría que someterse a dicha normativa.

La Asociación de Envasadores de Aceites Comestibles ha solicitado a la Administración española y comunitaria la adopción de medidas encaminadas a evitar esta posible invasión del mercado español de aceites de oliva mezclados con otros de semillas, como girasol o soja, a precios más baratos que el de oliva que podrían desplazar el consumo y poner en peligro a medio plazo el propio sector olivarero. Los industriales españoles pretenden hacer un frente común con Italia para evitar que empresas de grasas en el norte de la Unión Europea intenten controlar por esta vía los mercados olivareros del sur. El tema ha sido igualmente puesto en concimiento del Consejo Oleícola Internacional.La alarma entre los industriales españoles se ha producido en las últimas semanas al detectarse en Francia la presencia de una botella de cristal, con una excelente presentación, bajo la marca Fruto de Oro, cuyo contenido es un 85% de aceite de girasol y un 15% de oliva. Este producto ha sido lanzado por la multinacional angloholandes a Unilever, que en España es el segundo vendedor de aceite de oliva con el 10% (La Masía cuenta con el 8%) del mercado y que tiene el liderazgo en Italia (firma Bertoli) Grecia o Portugal. El grupo Koipe (Elosúa y Carbonell) tiene el 36%, Coosur el 6% y Aceites Toledo el 5,2%.

Durante los últimos años, desde el ingreso de España en la UE, han sido numerosos los intentos para introducir en el mercado español este tipo de aceite. Sin embargo, la situación de los precios no elevados del aceite de oliva no hacían atractiva esta actuación. En este momento, con los precios del aceite de oliva disparados, la posibilidad de este tipo de importaciones ha ido ganando cuerpo. En estas importaciones, según medios industriales, estarían interesadas fundamentalmente pequeñas empresas sin marcas de aceite establecidas.

La Administración española prohíbe expresamente a los industriales la mezcla de aceite de oliva con otras semillas aunque se especifique en la botella su composición. Esta normativa constituye un claro apoyo al sector olivarero dada la importancia social y económica del cultivo en España. Sin embargo, en el marco de la Unión Europea, no se contempla esta prohibición. España, como un país más de la UE, no se podría oponer con la actual legislación en la mano a la entrada de este tipo de aceite "con un cierto sabor a oliva" a bajos precios, ya que ello sería un bloqueo a la libertad de circulación de producidos. Medios agrarios rechazan tajantemente la posibilidad de que pueda, entrar en España este tipo de aceite y se estima que el sector entero se pondría en pie de guerra contra esa política de importaciones.

Responsables de Agricultura han señalado su decisión de inmovilizar automáticamente cualquier partida de este aceite que entre en España alegando defectos en el etiquetado. Ello significaría frenar el proceso, pero no cortar el problema que debería erradicarse con una nueva reglamentación comunitaria dificil de lograr por lo que limitaría la libertad de mercados.

Para el presidente de las empresas envasadoras de aceite en España y director general de Koipe, Antonio Herranz, la posibilidad de que se importe este tipo de aceite supondría un grave peligro para los industriales y para el futuro del sector olivarero, al modificar los hábitos de consumo.

Según Javier Herrero, presidente de Unilever España, el lanzamiento del producto ha sido una decisión de los responsables del grupo en Francia que lo hacen de forma autónoma. El presidente de Unilever España con sidera que en el marco comunitario, para una serie de productos como en el caso alimentario, hay una normativa inconsistente con exigencias que son diferentes en cada país. El aceite y la posibilidad de las mezclas es uno de esos ejemplos. Fuentes de Unilever en España han rechazado posicionarse sobre la cuestión limitándose a señalar que es una medida que se pensará "pues aunque sería una acción legal, hay otras razones de política de empresa en el país que aconsejan meditar la decisión".

Eliminar excedentes

Exportar aceite de oliva es un viejo empeño del sector español, cuya producción media actual de unas 550.000 toneladas y será una exigencia aún mayor en los próximos años cuando entren en producción nuevas plantaciones y la cosecha supere las 700.000 toneladas.Salvo situaciones excepcionales de la sequía, para el sector olivarero español es fundamental abrir nuevos mercados. La experiencia ha demostrado que es un empeño difícil con el ejemplo de Estados Unidos donde, a pesar de tener a todos los expertos en nutrición a favor, solamente se ha pasado de 10.000 a 100.000 toneladas en una década, vendidas además en su mayor parte por Italia.

Otra teoría defendida por sectores ajenos al olivarero es que, para eliminar los excedentes futuros de oliva y, en definitiva, para aumentar la demanda, la solución sería no convencer a una parte del mundo que consuma aceite de oliva, sino lograr que todo el aceite de semilla del mundo se mezcle con una pequeña partida de oliva.

Esta solución, por utópica, es rechazada por todo el mundo del olivar. En su opinión no se vendería más aceite de oliva. Habría más fraude, se usaría sólo el oliva como escaparate ficticio y sería el hundimiento de los mercados.

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