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CONTROVERTIDAS ELECCIONES EN GUINEA

La oposición estudia impugnar los comicios en Guinea

Alfonso Armada

La jornada decisiva que ayer iba a vivir Guinea Ecuatorial, con las primeras elecciones municipales democráticas de la historia de la antigua colonia española, se vio nublada por un aluvión de irregularidades que hicieron dudar a la oposición de la validez de la consulta. La Plataforma de Oposición Conjunta (POC) anunció que esperará a ver cómo terminaba el escrutinio para determinar si impugnaba los comicios. La policía asaltó varios colegios de Malabo, la capital, y expulsó a los interventores de la oposición para escrutar las urnas junto a miembros del partido del presidente, Teodoro Obiang.

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El propio secretario de Estado de Seguridad, Manuel Nguema, al frente de un destacamento de policías, asaltó el colegio instalado junto al Ministerio de Exteriores, expulsó sin contemplaciones a los interventores de la oposición y comenzó a hacer el escrutinio junto a los interventores del gubernamental Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), según informó la oposición. Posteriormente la urna fue recuperada y el recuento siguió con normalidad.Otros tres colegios electorales sufrieron la furia fiscalizadora de la policía de Obiang. Una vez terminadas las votaciones en el colegio del barrio de SEMU, contiguo a una comisaría de policía, varios agentes irrumpieron en el local, expulsaron a todos los vocales y se llevaron la urna a la comisaría para hacer el recuento entre policías. y miembros del PDGE. La misma suerte estuvo a punto de correr la urna instalada en la antigua Dirección General de Sanidad, aunque tras la intervención de los interventores se pudo continuar el recuento. En el colegio de campo Yaundé, también en Malabo, la policía se llevó la urna tras detener a dos interventores de la POC que trataron de evitar el rapto. En total, según indicó un portavoz de la POC, siete opositores fueron detenidos ayer.

Las noticias que llegaban anoche de Malabo eran muy preocupantes para la oposición y los Observadores internacionales. La oposición democrática, que considera estas elecciones como una prueba de fuego de la voluntad de cambio del régimen, se reservó, en palabras de Plácido Micó, coordinador general de la POC, hacer una impugnación global si no se respeta el escrutinio. Según datos incompletos, facilitados por la oposición, que se atribuía un 80% de votos, en Malabo votó el 98% del censo y en Bata, la capital continental, el 90%. Las primeras urnas escrutadas en la capital daban la victoria a la POC en un porcentaje de 3 a 1. La radio oficial guineana únicamente difundió que el partido del presidente, el PDGE, matenía ventaja sobre la principal candidatura de1a oposición en Bata.

La oposición estuvo a punto de abandonar las elecciones ante las numerosas irregularidades, aunque al final optó por manter sus candidaturas. La POC señaló que el censo sólo se hizo público poco antes de que abrieran los colegios, y a algunos de ellos las listas llegaron horas después de la apertura. Los interventores acreditados por las embajadas acreditadas en Malabo, cuya participación fue laboriosamente pactada, se encontraron con obstáculos insalvables para hacer su tarea, al igual que la prensa internacional, que no, pudo cruzar las fronteras del país.

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