La retirada de armas pesadas de Sarajevo evita nuevos ataques de la OTAN contra los serbios

La ONU y la OTAN concedieron anoche otros tres días a los serbios para completar la retirada de armas pesadas fuera de un área de 20 kilómetros alrededor de Sarajevo. "El almirante Leighton Smith [jefe del Comando Sur de la OTAN, con sede en Nápoles] y yo juzgamos que los serbobosnios han demostrado que están cumpliendo su compromiso. Por tanto, acordamos la suspensión de los ataques aéreos por 72 horas más", afirmó el general Bernard Janvier, comandante en jefe de las fuerzas de la ONU en Bosnia. Los serbios habían retirado ayer 160 armas pesadas de las 200 que deben ser replegadas.

En un comunicado conjunto, la OTAN y la ONU indican que los serbobosnios "han demostrado haber comenzado de forma significativa la retirada de armas pesadas de Sarajevo". No obstante, en dicha declaración difundida en la sede de la OTAN en Bruselas, Smith y Janvier advierten: "Debe quedar claro que si los serbios de Bosnia no cumplen su compromiso total dentro de las próximas 72 horas, los ataques aéreos van a reanudarse".Además subrayan que cualquier ataque contra una de las zonas declaradas seguras para la población musulmana de Bosnia (Tuzla, Bihac o Sarajevo) provocaría la vuelta de los bombardeos. Por otra parte, en su comunicado la OTAN y la ONU destacan que otros dos aspectos del ultimátum, como la apertura del aeropuerto de Sarajevo y de las rutas humanitarias también se han cumplido. La OTAN había dado de plazo hasta las 10 de la noche de ayer para que los serbobosnios comenzaran a retirar sus armas pesadas de la capital bosnia si no querían sufrir nuevos bombardeos.

La declaración concluye señalando que si los serbobosnios cumplen las condiciones del nuevo plazo "se habrá dado un importante paso hacia el fin total de las hostilidades" en la zona.

Un portavoz de la Casa Blanca afirmó anoche que el presidente Clinton "estaba de acuerdo con que la ampliación por 72 horas de la suspensión de los bombardeos era la decisión correcta y satisfecho con el número de armas pesadas que los serbobosnios habían retirado de la zona de exclusión de Sarajevo".

Aunque la OTAN no quiso valorar oficialmente el volumen de retirada del armamento, fuentes de la ONU calculaban en más de 160 las armas pesadas retiradas a20 kilómetros de la capital bosnia.

"Deseo destacar que la mayor parte de nuestras obligaciones ha sido cumplida", había declarado horas antes de vencer el ultimátum de la OTAN el general serbobosnio Dragomir Milosevic, en una conferencia de prensa celebrada en Pale, capital de la autoproclamada República Serbia de Bosnia. "Cuando se alcance la hora 144, todo se habrá cumplido y, como esperamos, en ese momento, es decir al final del sexto día, se firmará un acuerdo sobre el cese de hostilidades", añadió.

Mientras, el líder serbobosnio, Radovan Karadzic, dijo ayer que sus fuerzas "han sufrido fuertes pérdidas" como consecuencia de la ofensiva croato-musulmana desencadenada en los últimos días en el noroeste de Bosnia. "Hemos perdido varias ciudades y territorios que han pertenecido a los serbios durante siglos", añadió.

Precisamente ayer, el Ejército bosnio tomó Sanski Most, un baluarte serbobosnio clave, y siguió su avance hacia el este, hacia la ciudad de Banja Luka, la más importante ciudad controlada en Bosnia por los serbios.

Las fuerzas musulmanas han sitiado ya la ciudad de Prijedor, a 60 kilómetros al noroeste de Banja Luka y único muro de contención de la ofensiva antes de llegar a esa ciudad, en la que se han refugiado decenas de miles de serbios. Bosanska Krupa, al sureste de Bihac, cayó también ayer en poder de las tropas musulmanas.

Las palabras de Karadzic revelan cómo el pesimismo se ha adueñado incluso de los dirigentes serbios, que se muestran recelosos e inquietos ante la posibilidad de que la retirada de su armamento de las cercanías de Sarajevo desencadene un ataque musulmán a los barrios serbios de la capital bosnia. "Esperamos que los musulmanes cumplirán la palabra dada al mediador de Estados Unidos de no agredir a los serbios de Sarajevo", añadió Karadzic.

Mientras su ejército se desmorona y las conquistas de estos casi cuatro años de guerra se quedan en agua de borrajas, el general Ratko Mladic, jefe de las fuerzas militares serbobosnias, era internado ayer en un hospital de Belgrado para ser operado de problemas renales. El misterio rodea su enfermedad. El presidente del pseudoparlamento serbobosnio, Moncilo Krajisnik, dijo a una delegación de parlamentarios rusos que será operado dentro de unos días, pero, según la cadena de televisión privada serbia BK, ya ha sido intervenido. Se ignora quien le reemplaza al frente de los 21 generales serbobosnios que en agosto declararon que sólo aceptarían las órdenes de Mladic y no las de Radovan Karadzic.