Los socialistas siguen sin creérselo
El Gobierno y el Grupo Parlamentario Socialista todavía no se creen -ni con las declaraciones de ayer de Jordi Pujol- que la ruptura de CiU sea radical y definitiva. Piensan que hasta el 18 de octubre todo es posible. Ese día termina el plazo de presentación de enmiendas a los Presupuestos de 1996, y para esa fecha, dicen, puede haber cambios de criterio en los nacionalistas catalanes. Esta expectativa socialista no se corresponde en absoluto con la actitud firme de CiU de vetar los Presupuestos como forma de manifestar al Ejecutivo que todo ha terminado, que debe convocar de inmediato las elecciones legislativas y que no encuentra otra manera más eficaz de pedirlo que impidiendo la aprobación de la cuentas del Estado para el próximo año, aunque desconozcan su contenido. El Gobierno y el PNV esperarán a que se resuelva la incógnita de la fecha de las elecciones autonómicas catalanas para decir la última palabra.
El Partido Popular e Izquierda Unida, por contra, vigilan de cerca a Convergència i Unió para que no se desdiga de sus amenazas. Desde que conocieron el anuncio de los nacionalistas catalanes de vetar las cuentas de 1996 no han hecho sino animarles a que mantengan esa posición hasta el día del debate presupuestario. No se fían. Es decir, PP e IU no estarán seguros y respirarán tranquilos hasta que no vean la enmienda firmada por el Grupo Catalán del Congreso, pidiendo la devolución de los Presupuestos al Gobierno.
Ganar tiempo
El Gobierno necesita ganar tiempo. Así lo ha decidido Felipe González, que no se va a dar por enterado de que está sólo hasta que no toque con sus manos las enmiendas. Los socialistas insisten en que si Jordi Pujol sólo persigue que las elecciones generales se convoquen inmediatamente y esto no va a suceder, entonces puede cambiar de opinión. Para entonces, Pujol habrá resuelto ya cuándo convocará las suyas y puede comenzar un periodo de cierta tranquilidad. Este es el análisis de los socialistas.El portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, cree que "todo está todavía abierto" y no hace demasiado caso de las afirmaciones de Convergència contra los Presupuestos. En declaraciones a este periódico asegura que su grupo no participará en ninguna operación contra el Gobierno. "Nuestro criterio es que los Presupuestos se tienen que presentar y aprobar".
En esta misma línea, afirma que la legislatura debería continuar. "Hay que esperar a ver cuándo Pujol convoca sus elecciones porque todo puede cambiar", opina. Aunque tampoco quiere aventurar la posición del PNV, si es que llega a celebrarse el debate de Presupuestos. Probablemente se abstendrá.
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