_
_
_
_
_

Derechos humanos y dinero

Gabriela Cañas

El documento de Pekín, oscurecido por las reservas presentadas a los capítulos dedicados a la salud y la despenalización del aborto, es un texto pacifista que proclama la igualdad casi en cada cuartilla, que equipara los derechos de la mujer a los derechos humanos fundamentales y que prevé mayores aportaciones para los programas que luchen por la igualdad de oportunidades, una circunstancia que, según el último informe de la ONU, no existe todavía en ningun país.El consenso ha sido total en artículos que condenan cualquier tipo de violencias contra la mujer; que reclaman que las violaciones como arma de guerra en los conflictos armados sean considerados crímenes de guerra, y que piden un menor gasto en armamento, al tiempo que admiten destinar más recursos a programas que tengan por objetivo derribar las barreras que sufren las mujeres.

Más información
Católicos e islámicos 'aguan' el documento final de la Conferencia de la Mujer en Pekín

Los 181 países reunidos en Pekín están de acuerdo en que los medios de comunicación deben ofrecer, con el debido respeto a la libertad de expresión, como han añadido algunas delegaciones, una mejor imagen y participación de la mujer, que los derechos de las mujeres sean derechos fundamentales y que en nombre de las tradiciones o la religión no se pueda atentar contra tales derechos como se ha hecho ya con 100 millones de mujeres en todo el mundo, por ejemplo, que han quedado mutiladas sexualmente en nombre de la tradición. En el documento, muchos países lograron introducir el respeto a los valores culturales. A cambio, los demás añadieron que éstos no deben entrar en contradicción con los derechos humanos reconocídos.

Salud y educación

La salud básica -la no relacioda con el sexo- y la educación casi ni se han discutido. La erradicación del analfabetismo está en la base de todos los documentos debatidos en las últimas conferencias de la ONU. Porque hoy una de cada tres mujeres de las que habitan el planeta, es analfabeta y, como han demostrado todas las estadísticas y dice la ONU, el mejor método de planificación familiar es educar a las mujeres.Ha habido también acuerdo en recomendar a los gobiernos que contabilicen el trabajo no remunerado que realizan las mujeres y en denunciar la explotación laboral a la que se somete a la población femenina que ocupa mayoritariamente los puestos peor remunerados y peor valorados por la sociedad.

La histórica feminista norteamericana Bella Abzug, presente en Pekín desde el principio en su silla de ruedas, intervino esta semana en el pleno por segunda vez en lo que algunos han calificado como su testamento feminista y aconsejó a los oyentes -el 75% de los presentes en Pekín han sido. mujeres- que no cayeran nunca en la tentación de menospreciar el trabajo realizado hasta llegar a Pekín.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_