50.000 serbios huyen hacia Banja Luka ante la ofensiva combinada de bosnios y croatas

Las fuerzas musulmanas y croatas de Bosnia, con apoyo del ejército de Zagreb, parecen haber capturado a los serbios o estar a punto de hacerlo la ciudad de Donji Vakuf,en el centro de la antigua república yugoslava. Unos 50.000 serbios huyen de la zona, según fuentes de la ONU. La ofensiva combinada de los aliados musulmanes y croatas prosigue y aprovecha la desorientación de los serbios, que desde hace dos semanas sufren los bombardeos de la OTAN para forzarles a levantar el asedio artillero de Sarajevo. La aviación aliada atacó ayer cuarteles serbios en Lukavica, al sur de la capital.

El nuevo éxodo de los serbios alcanza esta vez a unas 50.000 personas, según miembros de las organizaciones humanitarias sobre el terreno. Los civiles abandonan, en dirección a Banja Luka, las localidades de Jajce, Drvar, Mrkonjic Grad, KlJuc y Donji Vakuf, a lo largo de la carretera que une el enclave musulmán noroccidental de Bihac con la ciudad de Zenica, controlada por el Gobierno bosnio.Zagreb aseguró anoche que sus fuerzas habían entrado en Jajce, Drvar y Sipovo. En Banja Luka, plaza fuerte de los serbios en Bosnia, permanecen hacinados todavía al menos 50.000 de los que huyeron de la Krajina tras su reconquista por los croatas en agosto.

Yasushi Akashi, plenipotenciario de la ONU para la antigua Yugoslavia, dijo por la mañana en Zagreb que hasta 8.000 civiles serbios intentaban llegar a Jajce, aun bajo control serbio, al norte de Donji Vakuf y a unos 70 kilómetros al sur de Banja Luka. En Donji Vakuf, hasta 6.000 soldados serbiós están. al parecer ro deados, según civiles que huyen. Un periodista serbio local aseguraba por la tarde que la ciudad -a 130 kilómetros al oeste de Sarajevo y en un cruce estratégico de carreteras- todavía resistía.

La ONU cree también, pero no está en condiciones de confirmarlo, que las tropas de Sarajevo están ganando terreno a los serbios en el norte del país, en el macizo de Ozren, lo que les daría el control de la carretera entre las ciudades de Tuzla y Zenica. El Reino Unido condenó ayer la ofensiva con unta en la que participan fuerzas regulares croatas. A pesar de las dos semanas de bombardeos de la Alianza Atlántica sobre objetivos serbobosnios, las fuerzas, serbias del general Ratko MIadic no han retirado sus armas pesadas fuera de la zona de exclusión a 20 kilómetros de Sarajevo, una de las precondiciones fijadas por las Naciones Unidas para interrumpir los ataques. Las otras dos son la reapertura incondicional del aeropuerto de la ciudad y la de las, rutas que permiten el abastecimiento humanitario de la capital bosnia.

Seguirán los bombardeos

Los aliados están decididos a continuar los bombardeos en su escala actual, según ha anunciado el ministro de Defensa estadounidense, William Perry, y el mediador europeo Carl Bildt, que visita Zagreb.

El general Rupert Smith, comandante en jefe de los cascos azules en Bosnia y veterano de la guerra del Golfo, adoptó ayer una actitud de extrema filmeza al decir que los bombardeos deben continuar, al igual que el apoyo artillero de la Fuerza de Reacción Rápida, y que así lo ha transmitido a la cadena de mando. "No estamos aquí para decir que haremos esto o lo otro, o que hemos visto lo de más allá. Eso ha fracasado durante años. Estamos diciendo que si usted [MIadic] no hace esto, sin condiciones, los ataques continuarán".

Bombardeos y negociaciones prosiguen simultáneamente. El jefe negociador estadounidense Richard Holbrooke, que presidió la semana pasada en Ginebra un acuerdo inicial de las tres partes en guerra para negociar la paz, llegó ayer a Belgrado para entrevistarse nuevamente con el presidente serbio Slobodan Milosevic.

El Gobierno de Croacia, por su parte, anunció ayer que está dispuesta al aceptar: "un periodo de transición de un año" para que los serbios se retiren de Eslavonia oriental, la única zona de Croacia, junto a la frontera serbia, todavía en manos de los secesionistas serbios. Fuentes de la ONU en Sarajevo afirman que militares serbios de rango medio están pidiendo al mando aliado que cese en sus ataques, los peores que los serbios rebeldes de Bosnia han sufrido en más de tres años y medio de guerra contra sus enemigos bosniomusulmanes.

El líder de los separatistas serbios, Radovan Karadzic, pulverizo ayer en unas declaraciones televisadas los alegatos del presidente ruso, Boris Yeltsin, según los cuales la aviación de la OTAN comete un genocidio contra los serbios de Bosnia. Karadzic declaró: "Hemos perdido a muy pocos civiles por los ataques de la aviación y la artillería enemiga".

Clinton afirmó el martes que los cazabombarderos aliados aplican "un cuidado y disciplina extraordinarios" para evitar víctimas civiles. Perry ha dicho que el cielo de Bosnia está ya virtualmente limpio de defensas antiaéreas serbias y que los aviones podrán sobrevolar con garantías el territorio controlado por las fuerzas del general Ratko Mladic. Washington, a pesar de ello, intenta vencer la resistencia italiana para trasladar a sus aeropuertos aviones invisibles a los radares, que se unirían a los convencionales de la OTAN.