El alcalde dice que ha parado la ola de violencia urbana y el Gobierno lo niega

"Hicimos un esfuerzo extraordinario para evitar que los skins o cualquier otra tribu urbana dañe a los ciudadanos. Creo que a partir de entonces se paró la escalada de violencia", dijo ayer, de mañana, el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano (PP). Por la tarde, la delegada del Gobierno, Pilar Lledó (PSOE), le corrigió: "Quien lleva estos temas es la policía nacional. En agosto bajó a la mitad la delincuencia de las tribus urbanas, pero seguro que algunas se fueron de vacaciones".

El alcalde indicó a Europa Press que el Ayuntamiento coordinará sus fuerzas de seguridad con las estatales para "evitar que continúe la escalada de violencia". Lledó aseguró que 200 policías nacionales refuerzan todos los fines de semana el servicio antirrapados.La delegada del Gobierno aconsejó el silencio para combatir a estos jóvenes violentos. "Cuando hemos detenido a algún rapado hemos encontrado en su casa múltiples recortes de prensa referentes a actividades de estos grupos. No hay quedarles una importancia exagerada, porque eso es contraproducente", aconsejó.

La delincuencia, en general, sí cayó respecto al primer semestre de 1994, anunció Lledó. Los delitos bajaron principalmente en la capital y se mantuvieron estancados en la periferia. Las cifras de la buena noticia, que no quiso adelantar Lledó, serán motivo de una Conferencia Regional de Seguridad.

Lledó negó ayer que los narcotraficantes, colombianos se hayan establecido en Madrid y sean los culpables del triple asesinato de monte Gurugú, en Alcalá de Henares. "Sólo fueron rumores que no se han confirmado posteriorrnente", señaló.

Cumbre de seguridad

En esa reunión, el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón pretende colar a un segundo representante de la Comunidad de Madrid, el consejero de Presidencia, Jesús Pedroche. Hasta el momento, el delegado autonómico en la cumbre regional contra la delincuencia es el director general de Protección Ciudadana.

Lledó y Ruiz-Gallardón se encontraron ayer en el edificio del reloj de la Puerta del Sol, sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid. Hablaron una hora de "muchos y extensos asuntos", según Ruiz-Gallardón.

Pero al explicar, juntos, los resultados de la reunión, tan sólo se fijaron en la polémica taurina, orillando el problema del realojamiento de la población marginal.

La construcción de viviendas para los chabolistas madrileños es un compromiso adquirido hace nueve años por las tres instituciones que cohabitan en Madrid y todavía incumplido.