El pintor Julian Schnabel ultima su filme sobre Michel Basquiat
Alejado del foco de atención del mundo del arte después de los acelerados años ochenta, el pintor norteamericano Julian Schnabel se encuentra en estos momentos terminando de montar una película, escrita y dirigida por él, sobre el panorama de la cultura neoyorquina en esa década. Build a fort, set it on fire (Construye un fuerte, préndele fuego), cuya excusa argumental se centra en el ascenso y caída del pintor Jean Michel Basquiat, se rodó este verano en el barrio de Soho, en Nueva York. Este primer largometraje por y sobre un artista americano se estrenará en EE UU el año que viene.
"Esta película no es la biografía definitiva de Jean Michel Basquiat", ha dicho Schnabel, "se trata de mi versión". Basquiat, que comenzó su meteórica carrera mendigando en las calles y pintando graffitis sobre las paredes, fue uno de los últimos personajes míticos de los ochenta. Apadrinado por Andy Warhol, se convirtió en un catalizador de un profuso ambiente cultural neoyorquino que llevaba encerrado en sí mismo su propia muerte.
Competitivo
Para Schnabel, "Jean Michel era un joven negro que odiaba las categorizaciones. Para él no era suficiente ser tan sólo un gran artista negro, se colocaba entre los padres blancos de la pintura occidental, y era extremadamente competitivo con todo el mundo".Basquiat falleció en 1988 a causa de una sobredosis de heroína, un año después de la muerte de Warhol. Poco después, aunque no enteramente a causa de ello, el mercado del arte en EE UU se desinflaba para dejar paso a la crisis de comienzos de los noventa. Build a fort, set it on fire se anuncia como una metáfora de la pérdida y de "cómo la sociedad, igual que Saturno, se come a sus propios hijos". Personajes de la calle, artistas y poetas, drogadictos, coleccionistas y trepadores de la sociedad conforman el paisaje urbano que Julian Schnabel, como protagonista indisociable del momento, ha querido plasmar en celuloide. Schnabel, que además ha expandido recientemente sus dotes expresivas para lanzar un libro y un disco de canciones escritas por él, convocó para su película a un extenso elenco intergeneracional de actores y amigos.
El actor afroamericano Jeffrey Wright, conocido por su participación en la obra de Broadway sobre el sida Angels in America, encarna a Basquiat. El cantante británico David Bowie, con peluca, revive para la pantalla a Andy Warhol. El papel de Bruno Bischofberger, que era el marchante y coleccionista principal de ambos pintores, lo interpreta Dennis Hopper.
Aunque Schnabel era uno de los protagonistas de ese ambiente y fue amigo de Basquiat, no ha querido interpretarse a sí mismo en la película. Sin embargo, su figura queda más o menos representada en la de un tipo llamado Albert Milo, en la piel de Gary Oldman.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.